Cine y Valores

Colin Firth

Kingsman: Servicio secreto

Una rápida operación de los hombres de Kingsman contra un grupo de mujaidines. Uno de los agentes muere para salvar a sus compañeros. El jefe, Harry Hart, se siente responsable de lo sucedido, puesto que cometió un terrible fallo en la organización. Así arranca una película de acción, al más puro estilo James Bond, basada en un comic de Mark Millar y Dave Gibbons y dirigida por Matthew Vaughn.

No confíes en nadie

Christine, mujer casada de algo más de 40 años, ha sufrido una tremenda agresión que le ha afectado a la memoria y le ha borrado todos los recuerdos de los últimos 20 años. Pero, además, la lesión sufrida hace que cada noche, al dormir, pierda, a su vez, todos los recuerdos almacenados durante el día y se despierte cada mañana sin recordar ni reconocer nada de su vida reciente ni de su entorno. Ben, su marido, se muestra muy cariñoso y la cuida con ternura y esmero.

Un plan perfecto

Harry Deane (Colin Firth) es un especialista en arte que trabaja para Lionel Shabandar (Alan Rickman), hombre inmensamente rico, excéntrico, odioso en el trato con sus empleados –especialmente con Harry, al que no pierde ocasión de humillar– y ávido coleccionista de obras de arte. Para vengarse de su jefe y ganar una buena suma de dinero, Harry organiza "un plan perfecto" para engañar a Shabandar vendiéndole un falso Monet que hace juego con otro de su propiedad por el que siente especial apego y admiración.