Christine, mujer casada de algo más de 40 años, ha sufrido una tremenda agresión que le ha afectado a la memoria y le ha borrado todos los recuerdos de los últimos 20 años. Pero, además, la lesión sufrida hace que cada noche, al dormir, pierda, a su vez, todos los recuerdos almacenados durante el día y se despierte cada mañana sin recordar ni reconocer nada de su vida reciente ni de su entorno. Ben, su marido, se muestra muy cariñoso y la cuida con ternura y esmero. Le llena la casa de fotografías y notas para que se oriente sobre quién es y qué debe hacer en el día y, poco a poco, con prudencia y delicadeza, le va develando las circunstancias más duras de su vida pasada, y Christine se va enfrentando a sus sufrimientos y sus culpas.
A espaldas de Ben, Christine está siendo tratada por un psiquiatra que le está aplicando una terapia que tal vez pueda conseguir ir rasgando el velo que cubre sus recuerdos. Pero, a medida que se van alumbrando algunos fogonazos de luz en la oscuridad de su mente, los fragmentos de su vida empiezan a no encajar, las piezas que va conociendo no logran ordenar el rompecabezas de su historia pasada, y la figura del agresor, que empieza a aparecer peligrosamente en la memoria y en la realidad, no hace sino sembrar mayor confusión. Ya no se sabe quién es quién ni cuál es la realidad de la vida de Christine.
La película, que se mueve entre el thriller y el terror psicológico, consigue mantener la intriga del espectador con un juego de falsas pistas, interrogantes y confusiones. Sin embargo, no consigue mantener el ritmo de tensión y suspense inteligente del principio y acaba acudiendo a la sucesión un tanto atropellada de acontecimientos y a recursos visuales tal vez excesivamente exagerados. Todo lo cual se agudiza con un inesperado final sensiblero y dulzón.
Colin Firth y Nicole Kidman logran salvar los defectos de la película con sus magníficas actuaciones. Y lo mismo cabría decir de Mark Strong como el enigmático doctor Mikel Nash, aunque, en su papel secundario, tiene menos ocasión de lucirse que ambos protagonistas.
En conjunto, se trata de una película muy entretenida y recomendable para los amantes del suspense. Aunque es de las que no dejan poso y se olvidan rápidamente a la salida de la sala.