Cine y Valores

Comedia

Entre amigos

Richard, Gilles y Philippe son amigos de toda la vida. Un verano, alquilan un yate para hacer juntos, con sus respectivas parejas, un crucero hasta Córcega. Richard les anuncia que ha dejado a Charlotte, su mujer, porque ha encontrado a “la mujer de su vida”, Daphnée, 30 años más joven que él, a la que les presenta con orgullo. Con las tres parejas viajan también Battistou, el marinero encargado del gobierno de la nave, y Cathalina, la cocinera. Pero la convivencia no resulta fácil, juntos todo el día en un espacio tan reducido.

Nuestros amantes

Carlos, escritor de guiones de cine, frustrado profesionalmente y amargado en su vida personal, entra como alelado y sin rumbo en una librería-bar. Al momento se le acerca Irene, misteriosa mujer de 30 años, y le propone un juego: entablarán una relación pero sin decirse nada que los identifique, ni nombre, ni dirección, ni correo, ni teléfono. “Hada loca” y “duende chiflado” deben aprender a conocerse a base de preguntas y respuestas ambiguas, en las cuales está aceptada la mentira. Una norma básica del juego es no enamorarse.

Si Dios quiere

Tommaso es un reconocido cardiocirujano ateo y liberal. Tiene toda su vida ordenada y perfectamente controlada –o, por lo menos, eso cree él–. En el hospital es el jefe indiscutible, orgulloso de su ciencia y de su inteligencia. “Los milagros no existen –le dice a un paciente maravillado y agradecido por una curación–; soy yo que lo he hecho bien”. Sin embargo, aunque él ni tan siquiera lo sospecha, los miembros de su equipo lo desprecian profundamente. Y algo parecido sucede en su familia, cuya realidad ni por asomo él pueda imaginarse.

Bienvenidos a Grecia

Durante la crisis financiera, Paladiki, una pequeña isla griega, pidió a Avo-Bank, un banco alemán, que financiara la construcción de un hospital y una planta energética. El banco tiene sospechas de que los griegos se están quedado el dinero pero no han llevado a cabo las obras, y envía a uno de sus empleados, Jörg Geissner, para controlar el destino de las inversiones. Éste, al llegar a su destino, comprueba que, tal como se sospechaba, las obras ni tan siquiera han empezado.

Madame Marguerite

Años veinte, cerca de París, en el señorial castillo de la acaudalada baronesa Marguerite Dumont. Como todos los años, se celebra una fiesta para recaudar fondos en favor de los damnificados por la reciente guerra. Se trata de una velada musical cuyo punto álgido es la intervención de la misma anfitriona, gran apasionada de la ópera. Sin embargo, Madame Marguerite no es consciente de hasta qué punto desafina y su canto resulta ridículo.

O los tres o ninguno

Kheiron se basa en la historia de sus propios padres, Hibat y Fereshteh. Hibat, joven abogado, opositor al régimen del Shah, permaneció siete años en las cárceles iraníes, hasta que en el país empezó la revolución que derrocaría al régimen de Mohammad Reza Pahleví y entregaría el poder al Ayatollah Jomeini, quien proclamó la República Islámica y acabó convirtiéndose en un dictador por lo menos tan terrible como el anterior. Hibat, ya casado con Fereshteh y con un hijo (el mismo Kheiron), tuvo entonces que huir a Francia con su familia.

Luces de París

Brigitte y Xavier se dedican a la ganadería en una granja en Normandía, al norte de Francia. La relación del matrimonio parece haber envejecido más deprisa que ellos mismos y ha llegado a ser casi más fraternal que de pareja. Los dos hijos han abandonado ya el hogar familiar, Xavier está totalmente centrado en su trabajo y ella se siente sola y poco valorada por su marido.

Bendita calamidad

Los atribulados hermanos Fayos, Anselmo y Ricardo, están pasando un mal momento. Deben una gran cantidad de dinero, el bar que regentan en Zaragoza, no les produce beneficios y sus acreedores, unos estrafalarios prestamistas sin escrúpulos, les están amenazando. Para intentar encontrar una solución, van a ver a un pintoresco abogado, Antonio Orestes, quien acaba organizando con ellos el disparatado secuestro de un rico constructor con oscuros negocios inmobiliarios, durante la tumultuosa fiesta del Cipotegato en Tarazona, para cobrar por él un sustancioso rescate.