Richard, Gilles y Philippe son amigos de toda la vida. Un verano, alquilan un yate para hacer juntos, con sus respectivas parejas, un crucero hasta Córcega. Richard les anuncia que ha dejado a Charlotte, su mujer, porque ha encontrado a “la mujer de su vida”, Daphnée, 30 años más joven que él, a la que les presenta con orgullo. Con las tres parejas viajan también Battistou, el marinero encargado del gobierno de la nave, y Cathalina, la cocinera. Pero la convivencia no resulta fácil, juntos todo el día en un espacio tan reducido. Por si esto fuera poco, una tremenda tormenta, a la que se une un desgraciado accidente a bordo, llega a poner en riesgo incluso sus vidas. En las situaciones límite sube a la superficie lo mejor y/o lo peor de cada hombre, y su yo más profundo queda al desnudo. En el lujoso navío sacudido por el temporal, salen a flote diversos sentimientos que cada uno de los personajes mantenía ocultos en lo más recóndito de su memoria y brotan las confidencias, las quejas por antiguas heridas, los rencores…
En la primera parte de la película, los diálogos se suceden sin ningún relieve, con bromas y risas, aunque ya se percibe una cierta tensión soterrada. El histriónico Battistou aporta al conjunto su punto de ridículo y la hermosa Cathalina un poco de intriga sobre su identidad. En la segunda parte de la película, el peligro que se cierne sobre ellos trastoca forzosamente la frivolidad en lucha por la supervivencia. En otro nivel más profundo, el mismo desarrollo del drama tiene lugar en la relación personal de los tres amigos. Al principio cada uno junto al otro, por costumbre, porque así vienen haciendo desde hace casi cincuenta años. Pero la brusca conmoción los descoloca y pone a prueba su amistad. No es momento de ser egoísta ni egocéntrico, sino que deben formar equipo para hacer frente a la situación. En pleno centro de la catástrofe, Richard, Gilles y Philippe, acodados al puente, como ajenos a la tormenta exterior dan rienda suelta a las angustias interiores. Ahí está el equipo, ahí está la amistad.
Muy bien secundados por las tres mujeres, Daniel Auteuil, Gérard Jugnot, y François Berléand llevan a cabo un trabajo magnífico, que es sin duda lo mejor de una película. Pero, aun con sus defectos, “Entre amigos” resulta una obra entretenida, hilarante por momentos, y que a fin de cuentas constituye un modesto homenaje a la amistad, capaz de sortear los embates de la cualquier galerna que aparezca en la vida.
Entre amigos
Título original:
Entre amis
Género:
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2015
Dirección:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
90
Contenido formativo:
Crítica: