Romance en Tokio
Amélie nació en Japón y allí vivió hasta los cinco años, cuando la familia regresó a Bélgica, su país de origen. Quince años después, convertida en una atractiva y espabilada joven, totalmente independizada de sus padres, decide volver al país de su primera infancia. Se presenta en Tokio con la cabeza llena de sueños y dos claros objetivos: uno, llegar a “ser japonesa” o, por lo menos, lo más japonesa posible, teniendo en cuenta que en realidad es belga y su cultura es claramente occidental; su otro propósito es convertirse en escritora… “escritora japonesa” para ser exactos.