Cine y Valores

Grace de Monaco

Título original: 
Grace of Monaco
Puntuación: 
5

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Publico recomendado: 
Año: 
2014
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
103
Contenido formativo: 
Crítica: 

Alfred Hichcock llega de improviso a Mónaco a visitar a su antigua musa en el cine, Grace Kelly, y ofrecerle el papel de protagonista en su próxima película “Marnie la ladrona”. La oscarizada actriz, casada con el Príncipe Rainiero de Mónaco y madre de dos hijos, Carolina y Alberto, no ha logrado adaptarse a su nueva vida de princesa europea. Sobre todo, añora gozar de libertad para poder actuar espontáneamente, no con la rigidez que marca un protocolo inflexible. Su infelicidad es tal que llega, incluso, a plantearse el divorcio y regresar a su trabajo de actriz en América.
Su desconcierto personal se ve relegado a segundo plano por la tremenda crisis que sufre el Principado, expuesto incluso a llegar a desaparecer como Estado independiente, anexionado a Francia por las aspiraciones del general de Gaulle, Presidente de la República francesa.
La hermosa Grace, muy bien asesorada por su consejero espiritual, el padre Tucker, decide entonces que ha llegado el momento de que desaparezca definitivamente la actriz Grace Kelly para dejar paso a su Alteza Serenísima la Princesa Gracia Patricia de Mónaco. A partir de ese momento, asistimos a todo el desarrollo de la crisis, en que un atribulado Príncipe Rainiero vive la angustia de asistir, tal vez, al desmoronamiento de su pequeño país y la amargura de las traiciones en el entorno más íntimo de la familia Grimaldi.
Los interiores del palacio y todo el glamour del Principado crean un entorno muy grato, animado, además, por una intriga detectivesca que mantiene la tensión hasta el final. Los actores cumplen bien su papel, especialmente Nicole Kidman encarnando convincentemente a una Grace que, sin embargo, la superaba en belleza y elegancia. También Paz Vega está magnífica en su papel de María Callas. Hay que destacar la prudencia y sensatez de un personaje secundario, el padre Francis Tucker (Frank Langella), que orienta con gran acierto a la princesa sobre sus deberes familiares e institucionales.
La película, como se anuncia al principio de la proyección, es “una ficción basada en hechos reales”, que, con sus luces y sus sombras, resulta entretenida y agradable de ver.