Falling
Aslan sólo dispone de un día para cambiar los recuerdos de Alma, su exmujer, sobre la vida que han pasdo juntos
Aslan sólo dispone de un día para cambiar los recuerdos de Alma, su exmujer, sobre la vida que han pasdo juntos
Casablanca, 1942. El oficial de inteligencia Max Vartan comparte una arriesgada misión con el miembro de la Resistencia francesa Marianne Beauséjour.
Tres historias humanas conmovedoras denuncian la situación opresora en la India actual
Amy, estudiante de astrofísica, y Ed su profesor están locamente enamorados. Ed desaparece misteriosamente, pero sus mensajes de amor siguen llegando
La anciana tía Isabelle, antes de morir en brazos de su sobrina Vivian, le ruega que “cuide de ella, porque es lo más valioso que tienen”. La joven entiende que le está encomendando su panadería, de la que es heredera junto con su prima Chloe. Lamentablemente, no tardan en aparecer las desavenencias entre ambas por la orientación que cada una pretende dar al establecimiento, puesto que mientras Vivian quiere mantener el espíritu clásico de Isabelle, Chloe opta por renovarlo totalmente.
Carlos, escritor de guiones de cine, frustrado profesionalmente y amargado en su vida personal, entra como alelado y sin rumbo en una librería-bar. Al momento se le acerca Irene, misteriosa mujer de 30 años, y le propone un juego: entablarán una relación pero sin decirse nada que los identifique, ni nombre, ni dirección, ni correo, ni teléfono. “Hada loca” y “duende chiflado” deben aprender a conocerse a base de preguntas y respuestas ambiguas, en las cuales está aceptada la mentira. Una norma básica del juego es no enamorarse.
8 de mayo de 1945. Europa exulta de alegría. La victoria de los Aliados sobre los alemanes ha sido total y definitiva. La guerra ha terminado.
Ham Cheon-soo, un reconocido director de cine independiente, por error llega un día antes a Suwon donde ha sido invitado a un festival para presentar una de sus películas y hablar de su obra. La ciudad tiene poco que ofrecer y, para matar el tiempo, Ham visita un palacio municipal. Allí conoce a Yoon, una joven y hermosa pintora por la que se siente enseguida fuertemente atraído.
Amélie nació en Japón y allí vivió hasta los cinco años, cuando la familia regresó a Bélgica, su país de origen. Quince años después, convertida en una atractiva y espabilada joven, totalmente independizada de sus padres, decide volver al país de su primera infancia. Se presenta en Tokio con la cabeza llena de sueños y dos claros objetivos: uno, llegar a “ser japonesa” o, por lo menos, lo más japonesa posible, teniendo en cuenta que en realidad es belga y su cultura es claramente occidental; su otro propósito es convertirse en escritora… “escritora japonesa” para ser exactos.
Oren Little (Michael Douglas) sólo espera vender su magnífica casa para retirarse definitivamente de su actividad como agente inmobiliario e irse a vivir a un rincón apacible. Mientras tanto se ha mudado a un apartamento algo destartalado, en una casa de vecinos, también de su propiedad. Celoso de su independencia y su soledad, es deliberadamente antipático y ofensivo con cualquiera que se cruce en su camino. Su vida no ha sido fácil –su esposa falleció de cáncer y su hijo, drogadicto, no le ha creado más que problemas y disgustos–.