Cine y Valores

Aliados

Título original: 
Allied
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2016
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
120
Valores: 
Crítica: 

1942. Max Vartan, un agente secreto de los aliados llega a Casablanca para reunirse con Marianne Beauséjour, miembro destacado de la Resistencia francesa para cumplir una arriesgada misión: matar al embajador alemán. Para no levantar sospechas, fingen ser un matrimonio enamorado, pero no tardan en sentirse realmente atraídos uno por otro. Sin embargo, una relación de amor es difícilmente compatible con la labor de espías y misiones secretas.

Todos los ingredientes de una película de guerra, aunque lejos del frente de batalla, están presentes de forma bastante previsible, pero, a pesar de ello, Robert Zemeckis tiene la habilidad de mantener al espectador en vilo de principio a fin. La historia tiene dos partes a cual más interesante. La primera constituye un auténtico thriller sobre dos agentes aliados, unidos en una la arriesgada misión de asesinar a un alto cargo nazi en el curso de una fiesta en los salones de la misma embajada alemana en Casablanca. La otra es un típico melodrama: los dos agentes secretos acaban enamorándose, pero las circunstancias de la guerra no les van a dar tregua. Es casi como si se tratara de dos películas, una tras otra, hasta un desenlace final que las engloba a ambas

Zemeckis nos ofrece una reconstrucción histórica impecable, que nos retrotrae perfectamente a los años cuarenta, con un perfume retro algo nostálgico: trajes cruzados de caballero, con pantalón de talle alto y elegante chaleco, que tan bien sientan a Brad Pitt; los deliciosos vestidos de la época que luce una glamurosa Marion Cotillard, etc. Sin embargo, las escenas exteriores en Casablanca no resultan tan reales, y dan más la impresión de un montaje cinematográfico. Por otra parte, las inevitables referencias a la otra historia en Casablanca, la mítica película de Ingrid Bergman y Humprey Bogart tampoco le hace ningún favor a Aliados, que, en algún momento, llega a parecer una imitación. Cuando, a decir verdad, entre Bitt y Cotillard hay mucha «química», y no tienen por qué envidiar a otras grandes parejas de la historia del cine. Ambos actores hacen un trabajo impecable, ella dejando siempre flotar en el aire una sombra de duda sobre la veracidad de sus palabras y la autenticidad de su persona, él, siempre firme y seguro, con una clara personalidad de hombre correcto, seguro y veraz.

Zemeckis consigue una buena película, con algunas escenas espectaculares, como la de Max y Mariaan en el interior del coche bajo la tormenta de arena, la del bombardeo de Londres, o el ataque al carro blindado en Dieppe. También hay, cómo no, el pequeño tributo a la homosexualidad.

Aliados no es una gran película, pero resulta entretenida, permite pasar un buen rato y, sobre todo, es un film que hará las delicias de los fervientes seguidores de Brad Pitt o de Marion Cotillard.