Cine y Valores

María Botto

Resucitado

El tribuno romano Clavius asiste en Jerusalén a la muerte en cruz de un tal Jeshua, condenado al suplicio por Poncio Pilato, prefecto de la provincia de Judea. Clavius es también el encargado de sellar el sepulcro donde es depositado el cadáver y de poner guardias para evitar que sus seguidores sustraigan el cuerpo y proclamen su resurrección. Pero al amanecer se descubre que las cuerdas del sello han sido cortadas, aparentemente por el efecto de una explosión, la enorme piedra está corrida y los restos del crucificado han desaparecido.