Cine y Valores

LA ABUELA

Título original: 
LA ABUELA
Género: 
Puntuación: 
6

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Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2021
Dirección: 
Guión: 
Distribuidora: 
Duración: 
140
Contenido formativo: 
Crítica: 

MUERTOS VIVIENTES

Susana, modelo publicitaria en París, está a punto de dar el salto al mundo de la moda. Por enésima vez, intenta hablar con su abuela Pilar para decirle que, lamentablemente, no va a poder ir a Madrid para celebrar el cumpleaños de ambas, que es en la misma fecha, el 22 de marzo, porque justo ese día tiene una entrevista decisiva para su carrera profesional. Pero la gran oportunidad de su vida va a tener que esperar, porque la abuela sufre un derrame cerebral y la joven debe viajar a Madrid para hacerse cargo de la enferma. 

Nieta y abuela están muy unidas, pues cuando Susana era muy pequeña, sus padres murieron en un accidente y fue Pilar quien cuidó siempre de la niña. En Madrid, Susana se propone buscar a una persona que se ocupe de la abuela para poder regresar enseguida a París y volver al trabajo. Sin embargo, las cosas se complican y nada va a ser tan rápido y sencillo como ella esperaba.

Paco Plaza, especialista en cine de terror, nos sorprendió en 2019 con Quien a hierro mata, un thriller excelente, pero con una visión muy pesimista de la vida y del ser humano. Con La abuela vuelve al género de terror, en este caso con la firma en el guion de Carlos Vermut (Quién te cantará, 2018). 

La abuela es una película con un tema de fondo tan curioso como la transmigración del alma de un cuerpo a otro, utilizado como recurso para provocar pavor. No obstante, con tanta profusión de sustos, se corre el riesgo de que el espectador se quede en la pura forma, en los recursos de terror y no capte todos los símbolos que van indicando la progresión del hilo conductor de la trama. Por eso conviene facilitar algunas claves de interpretación. El eje temático es la fuerza paranormal de una metempsícosis, es decir, el impulso de un espíritu que quiere pasar de un cuerpo a otro para no morir y seguir viviendo en otro ser. 

En la primera escena, un plano detalle nos deja ver el reloj de Pilar, que marca las 8. Es la hora en que sufre el derrame cerebral, y ella misma, pero fuera de ella, se contempla a sí misma en el suelo. El espíritu de Pilar se arrodilla ante el cuerpo desnudo de una joven y acerca su cara y su boca a la zona del pubis, por donde nace la vida. 

Más adelante, cuando Susana está intentando irse a París, todos los relojes se paran a las 8, el tiempo se ha detenido, nadie puede irse hasta que se cumpla lo que debe suceder. 

En el baño, el espejo está ciego. Los espíritus no necesitan espejos porque no se reflejan en ellos. Susana superpone uno pequeño para ver su imagen, pero al final, en el fondo, se difumina su rostro y aparece el de Pilar.

 Adela, la cuidadora eficaz, haría posible que Susana regresara a París y, por tanto, no estuviera en casa el día del cumpleaños, fecha clave para transmigrar. El espíritu de Pilar debe actuar.

Susana sufre pesadillas en las que se ve envejecer a gran velocidad y se siente transportada a la cama de la abuela... Llega a pensar que está perdiendo la razón.

La abuela regurgita muchas veces, como ahogándose, hasta que, por fin, de su boca salen ya vapores que penetran en Susana. 

El gran cuadro con la imagen de Pilar joven cambia al final...

Eva y Susana tan alegres y amistosas, ¿quiénes son en realidad?

Con todas esas claves, se puede ir hasta el fondo del significado del film.

La brasileña Vera Valdez, que fuera musa de Coco Chanel y gran actriz de teatro, a sus 85 años está inconmensurable como la abuela Pilar, misteriosa e inquietante aun sin pronunciar palabra. Almudena Amor demuestra la gran actriz que es, lejos ahora de la becaría fría y calculadora de El buen patrón. También Karina Kolokolchykova, Eva en el film, sale airosa del extraño personaje que encarna.

La dirección de actores es muy buena, pero lo que destaca en la película es el terror, música de tensión que suspende la respiración del espectador, luces que se encienden y se apagan, puertas que crujen o que no dejan salir, y así una suma de elementos convencionales del cine de terror. La película es una sucesión de escenas truculentas y espeluznantes que harán disfrutar a los amantes del género y a quienes gusten de emociones fuertes. Al resto no les va a interesar en absoluto.