En la vida, constantemente hay que tomar decisiones, ya sean sobre nimiedades ya sobre temas de importancia. Es el precio de la libertad del hombre, tiene que elegir. El gran problema de Juliette es que está marcada por un trauma de infancia y es incapaz de tomar ni la más mínima decisión. Siempre se las ha arreglado para que sean otros –especialmente su padre y sus dos mejores amigas– quienes elijan en su lugar. La suya es verdaderamente la «historia de una indecisa». «SAMUR o bomberos» le ha supuesto ser abandonada por su último novio, quien, como otros anteriores, no ha podido soportar esa falta de carácter.
El eje de la trama es la situación personal de Juliette, siempre con sus indecisiones y que, de súbito, se encuentra requerida por dos pretendientes, totalmente distintos entre ellos, pero a cual más encantador y amos dispuestos a casarse con ella. Esa es toda la intriga de esta comedia romántica simpática, aunque bastante previsible, cuyo éxito se debe en gran parte, si no totalmente, al encanto de la protagonista, Alexandra Lamy (Vuelta a casa de mi madre, 2016).
Eric Lavaine (Vuelta a casa de mi madre, 2016, Barbacoa de amigos, 2014) nos ofrece una vez más una comedia divertida, pero, en este caso, con un cierto mensaje: En la vida hay que tener el coraje de tomar decisiones, asumiendo la responsabilidad de nuestras elecciones y de nuestros actos. Pero, se queda en la superficie, porque la finalidad de la película es entretener. Y lo consigue plenamente.