Coincidiendo con su cincuenta cumpleaños, Antoine sufre un infarto de miocardio. Este hecho le hace replantear su estilo de vida y, de paso, influye en las relaciones entre los miembros del grupo de amigos que suelen compartir barbacoas los fines de semana, vacaciones y confidencias. El ataque al corazón ha hecho que se enfrente con su edad y deje de buscar aventuras de jovenzuelo, pero, al mismo tiempo, le ha dejado un cierto cinismo para juzgar a los otros y espetarles brutalmente a la cara lo que piensa. Esta actitud acida y desabrida parece que va a hacer mella en la convivencia del grupo hasta el punto de separarlos para siempre. Hasta que…
BARBECUE es una comedia coral graciosa y hasta divertida en algunos momentos. Sin embargo, el espectador tiene pronto la sensación de que la historia no da más de sí. Los personajes están bien definidos –el simplón, el pesado, el introvertido, el egocéntrico celoso…– aunque carecen de profundidad. Las mujeres tienen menos fuerza todavía y, con excepción de Olivia, no pasan de ser el contrapunto necesario a la figura del varón.
La película resulta ser un amable canto a la amistad, por encima de los avatares de la vida, las ofensas y los agravios y muestra cómo los verdaderos amigos son capaces de perdonar y olvidar y seguir siempre siendo leales unos a otros. Permite pasar un rato entretenido pero no tiene nada más que ofrecer.