Nat y Rose se casan aparentemente muy enamorados y compenetrados, pero nadie, ni la familia ni los amigos cree realmente que el matrimonio dure más de un año.
La película pretende tal vez ser una “contra historia romántica” en clave de humor, pero el resultado es francamente decepcionante. El film destila la actitud cínica de ni plantearse la posibilidad del amor desinteresado y duradero entre una pareja y dejar reducida la relación a atracción y sexo, en el aspecto más grosero y burdo.
Hay algunos gags divertidos, pero salpicados en un conjunto disparatado y chocarrero, acaban perdiendo fuelle. Hasta culminar en la escena final, a modo de happy and de una historia romántica, con las dos parejas cruzándose y enredándose, que quiere ser graciosa y acaba resultando sencillamente patética.
Sin embargo, hay que reconocer la buena labor de los actores, especialmente las mujeres, tanto Rose Byrne encarnando a Nat, como Anna Faris en su papel de Chloe, antigua novia de Josh, del que sigue estando enamorada, como una magnífica Minnie Driver, en un papel secundario pero que proporciona algunas de las pocas escenas salvables. Rafe Spall resulta tan exagerado que pierde la comicidad pretendida. Simon Baker, en su papel de Guy, el empresario norteamericano que contrata a Nat, está desaprovechado en el film y se limita a ser el chico guapo, además de rico y adorable, de la historia. El estrafalario personaje de Stephen Merchant se debe más al guión que al trabajo del actor, pero como sea, resulta patético.
Haciendo la salvedad de algunos momentos que puedan resultar divertidos, es una película francamente prescindible.
Les doy un año
Título original:
I Give It a Year
Puntuación:
(1 vote)
Publico recomendado:
País:
Año:
2013
Dirección:
Guión:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
97
Contenido formativo:
Crítica: