Conor (James McAvoy) y Eleanor (Jessica Chastain), jóvenes, guapos y enamorados, forman un matrimonio feliz. Hasta que un día acontece un hecho trágico –que el espectador no conocerá hasta mucho después– y Eli intenta suicidarse. Cuando sale del hospital, no quiere ver a Conor y se va a vivir a casa de sus padres (Isabelle Huppert y William Hurt). Conor acaba encontrándola en la Universidad, en el aula de una profesora de psicología (Viola Davis), y empieza a seguirla, a una cierta distancia, por las calles de Nueva York. Aunque en algún momento parece que se produce el encuentro entre ellos, porque aflora el amor que ambos se siguen profesando, son sólo instantes fugaces de efusión de ternura. Hay un abismo insondable entre ellos. La última escena es como una repetición, pero ahora es Eli quien, a su regreso de París, anda discretamente detrás de Conor, sin que él se aperciba de su presencia.
Ned Benson concibió el proyecto como un díptico: “The Disappearance of Eleanor Rigby: Her” y “The Disappearance of Eleanor Rigby: His”, cada una de ellas con el punto de vista de uno de los protagonistas, Eli y Conor respectivamente. Al final se han unificado en una sola película, “The Disappearance of Eleanor Rigby: Them”, que llega a España bajo el título de “La Desaparición de Eleanor Rigby”. El film se resiente de esa adaptación, porque a veces da la sensación de que falta algo en el hilo narrativo, y otras, por el contrario, aparece una secuencia que no aporta gran cosa, o incluso nada, al desarrollo de la historia.
Paulatinamente se va desvelando la distinta actitud de uno y otro ante la tragedia que los conmocionó a ambos. Pero el drama íntimo no se entiende hasta muy avanzado el metraje, la intriga no logra tener en vilo al espectador y la película se hace bastante pesada y aburrida. Hacia el final todo encaja y hasta la ambigüedad de la última escena le da un tono poético muy acertado.
La presencia recurrente del cartel de “Un homme et une femme”, dirigida por Claude Lelouch en 1966, nos remite a un hombre y una mujer que se aman, se rechazan, se vuelven a encontrar y se siguen amando. En ambas películas, la escena final deja abierta a la interpretación del público cuál será el curso que seguirá la relación de los dos amantes.
El tema que plantea “La Desaparición de Eleanor Rigby” es, sin duda, un problema humano muy interesante, pero Benson no logra sacarle todo el partido y la historia no “engancha” al espectador. Sin embargo, los personajes son muy sugestivos todos ellos y el elenco de actores que los encarnan consiguen salvar la película. Especialmente Jessica Chastain, magnífica en su papel de la enigmática Eli, que es quien, prácticamente, sostiene todo el conjunto. Muy bien secundada por James McAvoy, convincente como el atormentado Conor. Ambos acompañados de unos secundarios de lujo (William Hurt, Isabelle Huppert, Viola Davis, Ciarán Hinds…) que contribuyen a dar entidad a los papeles protagonistas, y cuyos diálogos son casi lo más interesante del film.
Es una película recomendable para quien guste de reflexionar sobre la subjetividad de la reacción ante el dolor y la complejidad de mantener una relación entre dos personas que se aman pero que se han quebrado por dentro.
La desaparición de Eleanor Rigby
Título original:
The Disappearance of Eleanor Rigby: Them
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2014
Dirección:
Guión:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
123
Contenido formativo:
Crítica: