Tom Selznick, joven y brillante pianista, considerado como uno de los mejores del momento, ha permanecido durante cinco años alejado del público por un fracaso rotundo en uno de sus conciertos. Por fin vuelve a los escenarios, estimulado por Emma, su bellísima esposa, pero invadido de un tal pánico escénico que le hace presagiar lo peor. El inmenso teatro está abarrotado de un público deseoso de volver a escuchar al gran Selznick, ignorante de la lucha interior que está paralizando al pianista. Justo cuando empieza a tocar, descubre una serie de mensajes amenazantes en la partitura, el primero de los cuales resulta contundente: “Si fallas una nota, morirás”. Y a partir de ahí, se desarrolla la acción.
En la película aparecen como tres planos superpuestos: Tom, que sin dejar de ejecutar el concierto, debe descubrir qué pretende el francotirador y pedir ayuda sin que él se dé cuenta. El anónimo autor de las notas, ha llegado a conectar con él y le ha instado a interpretar “La Cinquette” sin un solo fallo, o también Emma morirá. Pero “La Cinquette” es “la pieza imposible”, pues tiene fragmentos técnicamente imposible de ejecutar. Tom ha de tocar pues a la perfección algo imposible, mientras procura componer el puzle de la situación, y todo ello con la angustia de saber que su vida y la de su esposa corren un inminente peligro, ya que ambos están en el punto de mira del arma asesina.
Frente a él, el auditorio totalmente abarrotado de un público complacido con la música, totalmente desconocedor de lo que realmente está sucediendo, del drama que se está desarrollando en el escenario y de que, justo encima de ellos, se están cometiendo horrendos delitos.
Pero hay un tercer plano, que lo constituyen los espectadores de la película. Conocen todo cuanto sucede, incluso más que el mismo Tom, puesto que pueden contemplar qué ocurre entre bastidores. Y hasta descubren antes que Tom, dentro de la caja del magnífico piano, el objeto codiciado por Clem, el fancotirador.
Con un fondo de elegancia y buen gusto, por el ambiente del auditorio y la espléndida música que se disfruta, GRAND PIANO es un thriller de suspense al estilo de Hitchcock, trepidante y vertiginoso. La tensión va subiendo a medida que avanza la acción y el espectador, totalmente identificado con Tom, se involucra, se impacienta e inquieta como si estuviera viviendo él mismo una trepidante persecución. Tan hábilmente llevada, por otra parte, que el “perseguidor” no necesita aparecer en pantalla hasta el final de la película.
GRAND PIANO es puro entretenimiento, nos brinda 90 minutos de diversión vertiginosa, que hace la película totalmente aconsejable para quien quiera distraerse y pasar un buen rato de intriga y emociones.
Grand Piano
Título original:
Grand piano
Género:
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2013
Dirección:
Guión:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
90
Contenido formativo:
Crítica: