Ojalá estuviera aquí
Aidan Bloom, casado y padre de dos hijos, persigue tan denodada como infructuosamente el sueño de ser actor. El sostenimiento de la familia depende totalmente de su esposa, excepto de los gastos de escolarización de los niños en una buena escuela privada judía, de los que se hace cargo su padre. Pero al abuelo le diagnostican un cáncer y no puede seguir pagando el colegio. Como no quieren de ningún modo que vayan a la escuela pública, su mujer y él deciden que el mismo Aidan les de clases en casa para que no pierdan el curso.