Nunca es demasiado tarde
Kennington, zona sur de Londres, en la actualidad. John May (Eddie Marsan), 44 años, es un funcionario de la administración local, cuya tarea consiste en localizar a los parientes de los que han muerto solos y proporcionarles sepultura. Es un hombre rutinario y meticuloso hasta la obsesión, que vive solo, sin familia ni amigos. Viste siempre la misma ropa, come lo mismo y cada uno de sus días es exactamente igual al otro, la misma ruta, idéntico horario, las mismas ocupaciones.