EL ENEMIGO EN CASA

El presidente de los Estados Unidos, Allan Trumbull, ha sido víctima de un espectacular atentado, muy minuciosamente calculado, como consecuencia del cual ha quedado sumido en un coma, en estado de extrema gravedad. Todo su equipo de seguridad ha sido abatido, excepto el agente Mike Banning, hombre de la entera confianza del Presidente, pero que, en este caso se ha convertido en el principal sospechoso. En las extrañas circunstancias de un ataque extremadamente sofisticado, Mike ha resultado ileso y es, además, el único que ha sobrevivido a la agresión. Todo lleva a pensar que está involucrado en la operación de intento de asesinato al Presidente.

Sin que nadie lo supiera, Mike estaba atravesando un momento difícil: tenía problemas de salud y debía medicarse para poder seguir con su trabajo. Felizmente casado y con una hija pequeña, vivía con la terrible duda entre dejar el trabajo, que parecería lo más aconsejable dado su estado de estrés, o seguir manteniendo ocultas sus dolencias y mantenerse en la brecha, porque estaba inquieto por la seguridad del Presidente. Ahora su vida se ha complicado todavía más, porque está detenido y solo si el Presidente recobrara la conciencia y pudiera declarar cómo se sucedieron los hechos el día del atentado, quedaría demostrada su inocencia.

Finalmente consigue escapar y se convierte en un fugitivo perseguido por las fuerzas del orden. Con el vicepresidente Kirby al frente del gobierno y todo el engranaje del poder en marcha, Mikel debe emprender el peor de los combates: descubrir la verdad de la conspiración, proteger a su familia y a su amigo el Presidente, que se debate entre la vida y la muerte. Y todo ello, con el FBI pisándole los talones.

Ric Roman Waugh (El mensajero) ofrece un thriller político muy entretenido, repleto de continuas escenas de acción vertiginosa, con peleas cuerpo a cuerpo, tiroteos, bombas, armas sofisticadas, drones y alta tecnología para el combate. La trama es muy simple, pero tampoco se echa de menos más complicación, porque lo importante en el film es la acción, con unos efectos especiales notables y una banda sonora que contribuye también a dar espectacularidad a la historia. El reparto cumple bien, si bien la escasa presencia de Morgan Freeman nos sabe a poco.