Cine y Valores

Mayo de 1940

Título original: 
En mai, fais ce qu'il te plaît
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2015
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
114
Contenido formativo: 
Crítica: 

Christian Carion dedica En mai, fais ce qu’il te plaît a su madre nonagenaria, quien, siendo adolescente, vivió los luctuosos hechos a los que se hace referencia en la película.
En mayo de 1940, para escapar de los alemanes que se adentran por territorio francés, los habitantes de un tranquilo pueblo del noroeste de Francia, liderados por su alcalde, inician un doloroso y peligroso éxodo hacia el sur, a pie, en bicicleta, algunos en coche, llevando sus enseres en carromatos tirados por caballos. Detrás quedan abandonados sus campos, sus casas y sus ganados, todo lo que constituía su vida. Por encima de sus cabezas, los amenazantes stukas que descargan sobre ellos su mortífera lluvia de balas, sembrando destrucción y muerte. En la sufriente caravana, Carion no pinta ni grandes héroes ni cobardes, sólo un puñado de familias, de buena gente que huye angustiada por un futuro incierto.
El relato de esa expedición, ilustrado con el testimonio de escenas reales de la época, que constituye el hilo conductor de la película, se abre en otras dos líneas temáticas del mayor interés. Una es la odisea de Hans, un alemán opuesto al nacismo que busca a Max, su hijo de 8 años, del que fue separado poco antes el bombardeo de Arras. La otra, estremecedora, se desarrolla en el campo enemigo y nos muestra a un director de cine, encargado por Goebbels de filmar escenas destinadas a proyectarse en todas las salas de Alemania como instrumento de propaganda. Se trata de un auténtico sádico, encarnado brillantemente por Thomas Schmauser, que nos hiela la sangre cuando vemos en qué consiste su infame filmación.
Es una película coral, pero algunos personajes de la caravana cobran una fuerza especial, como el alcalde (un magnífico Olivier Gourmet), Mado, su esposa, que regenta el bar del pueblo (Mathilde Seigner, soberbia en su papel), Suzanne, la maestra (Alice Isaaz) que se hace cargo del pequeño Max (Joshio Marlon)… El espectador los siente cercanos y se identifica fácilmente con ellos, con sus tribulaciones y su dolor.
Es un film de calidad, al más puro estilo de cine clásico, con rasgos de western, de películas bélicas y hasta de melodrama, sin exagerar ni perder el equilibrio en ningún momento. El ritmo es bueno, a pesar de que las escenas del arresto y del reencuentro son excesivamente escuetas y casi desentonan en el conjunto. Pero, en todo caso, son defectos menores en un film bien estructurado. Las escenas de guerra y el drama humano están muy bien presentados, sin quitarle realismo pero sin caer en una exageración melodramática. En lo más triste y sobrecogedor siempre aparece una luz de esperanza y de confianza en el hombre. Todo ello, con el fondo de una maravillosa banda original de Ennio Morricone, que constituye un auténtico regalo para el oído.
Carion invita al espectador a levantar la mirada por encima del espanto de la guerra y del terrible éxodo, para admirarse y conmoverse por la capacidad de las personas de seguir siendo buenas en medio del horror, de permanecer unidas y solidarias, de amparar a un bebé, de ocuparse de un niño, hasta de brindar y bailar porque todavía están vivos y se quieren.
Tiene también un hermoso simbolismo la profunda amistad que surge entre un alemán, Hans –que no ceja en buscar a su hijo–, un inglés, Percy –único superviviente de su pelotón, que pretende llegar a Inglaterra–, y un francés, Albert – dispuesto a no permitir que los alemanes se beban el vino de su bodega–. Curiosamente, los tres personajes están encarnados por actores de la misma nacionalidad: August Diehl, Matthew Rhys y Laurent Gerra.
En estos momentos, en que las imágenes de los refugiados huyendo de la guerra nos interpelan a diario, es especialmente oportuno recordar este episodio tan cercano a nosotros, de millones de franceses huyendo a su vez de la guerra. En este sentido la película es un aldabonazo para comprender el drama de los refugiados que actualmente están llamando desesperadamente a nuestras puertas, para conmovernos con su drama y darles una respuesta solidaria.
Golem, la distribuidora de la película, ha tenido la buena iniciativa de ofrecer un material didáctico muy interesante y recomendable sobre la película: http://golem.es/mayode1940/Mayo-de-1940-Material-didactico.pdf