Argelia 1954. Daru es un maestro de escuela francés, hijo de españoles, que enseña a niños y niñas “árabes” a leer en francés y a adquirir rudimentos de cultura. Viudo desde hace unos años, vive solo, en el mismo edificio de la escuela, con la conciencia de estar haciendo una buena labor abriendo a sus pequeños alumnos al mundo de la cultura. Pero un día, un policía francés amigo suyo llega para encomendarle a Mohammed, un argelino acusado de asesinar a su primo. La policía no puede prescindir de ninguno de sus hombres a causa de las incursiones de los rebeldes, por lo que Daru es el encargado de llevar al argelino a la ciudad para entregarlo a las autoridades francesas que han de juzgarlo. A partir de ese momento Daru y Mohammed empiezan a vivir una peligrosa aventura de supervivencia, casi a modo de western, por las montañas del Atlas.
Daru es un hombre bueno, de valores elevados. Es creyente –le vemos santiguarse antes de empezar a comer y lleva una medalla al cuello– y con unos principios éticos muy claros que le hacen respetar y defender la vida, así como rechazar la injusticia y la violencia. Cuando se ve forzado él mismo a disparar sobre un hombre, se encoleriza hasta casi perder los estribos porque ha destruido una vida, mientras mira con horror su mano manchada con la sangre del muerto. A lo largo de la historia, vemos cómo se revuelve contra la injusticia y la falta de respeto por el hombre y la vida. Mohammed, por su parte, no es propiamente un asesino, si bien es cierto que ha matado a un hombre. Es una buena persona que no ve más allá de las leyes y costumbres tribales y está dispuesto a entregar su propia vida para que nadie más salga perjudicado.
En esos terribles días de camino por la montaña, con la muerte acechándoles a cada instante, entre ambos hombres se produce un auténtico encuentro personal, en el cual se difuminan las diferencias entre dos razas, dos culturas, dos religiones. Daru le enseña a Mohammed a comprender que el valor de la persona es muy superior al de una ley tribal y a tener el coraje de ser libre y vivir.
La fotografía es preciosa y magnífica la luz de los amaneceres y atardeceres en el paisaje desértico de las montañas del Atlas. Viggo Mortensen y Reda Kateb llevan a cabo un gran trabajo dando vida a unos personajes atormentados y conmovedores. Son dos seres humanos desnudos, capaces de sobrevolar la realidad sórdida y densa de odio y muerte, empeñados en seguir defendiendo la dignidad de todo hombre y el valor de la vida.
La película da que pensar sobre la responsabilidad de todo hombre de no ceder jamás a una espiral de odio y violencia y colaborar a la resolución de conflictos con la firmeza de los grandes valores, que no se imponen por la fuerza, pero que acaban brillando por encima del caos.
Lejos de los hombres
Título original:
Loin des hommes
Género:
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2014
Dirección:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
101
Contenido formativo:
Crítica: