Cine y Valores

La biblioteca de los libros rechazados

Título original: 
Le Mystère Henri Pick
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
100
Contenido formativo: 
Crítica: 

 

[Crítica cedida por Pantalla 90]

EL ENIGMA DEL MANUSCRITO

En una extraña biblioteca, una joven editora, Delphine Despero, descubre un maravilloso y misterioso manuscrito. La biblioteca es única en el mundo por sus contenidos, obras que han sido rechazadas por los editores y no han llegado a ver la luz. En ese panteón de ilusiones muertas de tantos autores frustrados, una carpeta roja llama poderosamente la atención de Delphine. La saca respetuosamente de la estantería y se sumerge en la lectura de la novela que duerme en su interior, Las últimas horas de una historia de amor. De inmediato queda totalmente fascinada por el relato intimista y culto, con referencias eruditas a poesías del escritor romántico ruso Aleksandr Pushkin. Delphine comprende que está ante una obra maestra y de inmediato toma la decisión de publicarla con todos los honores.

La firma que aparece en el manuscrito es “Henri Pick”, nombre que se corresponde con el propietario de un modesto restaurante local de pizzas, recientemente fallecido. Pero, inexplicablemente, según afirma Madeleine, su viuda, Pick jamás había escrito más que la lista de la compra y no había leído un libro en su vida.

La novela constituye de inmediato un éxito de ventas y, dado el halo de misterio que envuelve al autor, la vieja pizzería se convierte en un lugar de culto para visitar el pequeño rincón donde el mágico autor debió de escribir esa extraordinaria novela. Pero ese fervor colectivo por la obra choca con el escepticismo de un renombrado crítico de literatura en un programa de televisión de amplia audiencia. Convencido de que se trata de una impostura, decide llevar a cabo una investigación, con la ayuda de la misma hija del enigmático Henri Pick.

Rémi Bezançon adapta libremente el libro homónimo de David Foenkinos, en el que aparece la biblioteca de los libros rechazados, cuyo origen se debió, en realidad, al escritor estadounidense Richard Brautigan. En su novela The Abortion, Brautigan imaginó una Biblioteca de Obras Inéditas (The Library for Unpublished Works). Después de su muerte, su sueño se hizo realidad y, en honor a él, se creo una biblioteca que solo admitiría manuscritos desechados. Después de algunos cambios y vicisitudes, en la actualidad The Brautigan Library sigue existiendo en Vancouver (Estado de Washington). Foenkinos, en su novela, la sitúa en la población de Crozon, en la Bretaña francesa, en esa tierra poética de paisajes fantasmagóricos que es el Finisterre.

A pesar de que Foenkinos ha trabajado en la adaptación al cine de dos de sus noveles, La delicadeza y Recuerdos, en esta ocasión parece haber tomado distancia y son Rémi Bezançon y su coguionista Vanessa Portal quienes componen un interesante thriller, con pertinentes elementos de comedia y de drama. En su versión de La biblioteca de los libros rechazados, todo gira alrededor del protagonista, el crítico literario Jean-Michel Rouche, convertido en sabueso “de biblioteca”, empeñado en una complicada investigación sin cadáver ni policía, para descubrir, no quién es el asesino, sino quién es el escritor. Ese acertijo literario despierta el interés y excita la imaginación de Rouche hasta el punto de llevarlo a una serie de divertidas situaciones, con diálogos muy sabrosos. El guion, muy ágil, no es proclive a la comicidad de carcajada, pero está salpicado de un humor inteligente, que supone un regalo para el espíritu.

Fabrici Luchini está soberbio encarnando a ese personaje cegado por la obsesión de desvelar el enigma, patoso en el trato con los demás, pero buena persona y un excelente profesional capaz de reconocer con seguridad el estilo de un autor. Junto a él, Camille Cottin como Joséphine Pick, quien, aunque suspicaz con Jean-Michel, no deja de sentir una cierta atracción hacia él, en la que influye también el deseo de conocer la verdad. Forman un dúo magnífico, con una extraordinaria química entre ellos. Su relación conflictiva constituye lo más sustancioso de esa amable comedia. Alice Isaaz, Delphine, y Bastien Bouillon, su novio escritor, hacen un buen trabajo, así como el resto del reparto. 

La resonancia que llega a tener un hecho ocurrente, simpático y divertido, pero despojado de toda credibilidad, le permite a Rémi Bezançon lanzar al público dos ideas para la reflexión. La primera sería la ingenua credulidad del hombre de hoy, que, paradójicamente, se jacta de querer conocer la verdad sin fisuras y de exigir transparencia en todo. Sin embargo es capaz de dejarse arrastrar fácilmente por la fascinación de una patraña bien envuelta y bien aireada por los medios. La siguiente idea, que Bezançon aplica a la creación literaria, podría igualmente referirse al mundo del séptimo arte. Teóricamente son ámbitos en los que rige el valor del arte, que reciben la luz de la belleza para engendrar nuevas obras que enriquezcan el patrimonio cultural de la humanidad, y que se ven forzosamente obligados a seleccionar y premiar a los mejores y a ignorar o desechar a los inferiores, como la biblioteca de la historia, para poder preservar el nivel de calidad. Pero la realidad no es tan pura ni tan maravillosa. Ni la literatura ni el cine pueden escapar a la presión del marketing, ni pueden dejar de caer en las trampas que les tiende nuestra sociedad, que envuelve astutamente bajo apariencias de arte y cultura lo que a menudo no son más que intereses espurios y se acaba rindiendo tributo a poses pretendidamente intelectuales que no son otra cosa que el rebozo para ocultar la mediocridad.

La película es un divertimento ingenioso; una fantasía literaria muy divertida, a veces ligeramente romántica, en forma de investigación “bibliófila”; un homenaje a los amantes de la lectura; un reconocimiento del poder de la palabra y de la fuerza del libro para fabricar sueños. Para no perdérsela.