Cine y Valores

Especiales

Título original: 
Hors normes
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
114
Contenido formativo: 
Crítica: 

EL SILENCIO DE LOS JUSTOS

Bruno y Malik son dos amigos que llevan 20 años luchando por rescatar e integrar en la sociedad a dos grupos humanos excluidos, uno de adolescentes conflictivos por sus actitudes y actos antisociales, y otro el de los autistas más difíciles, esos que ya no tienen cabida ni en los hospitales y están destinados a ser ingresados en centros psiquiátricos en los que los mantendrán drogados y, hasta en ocasiones, atados. Las dos organizaciones sin ánimo de lucro que han creado están íntimamente entrelazadas, pues en una se forma a los jóvenes para ser cuidadores de personas en circunstancias muy difíciles y se les hace responsables de los chicos autistas a los que se intenta educar para que lleguen a ser autónomos.

La película tiene casi las características de un docudrama, porque ambas asociaciones, “Le silence des justes” (“La voz de los justos” en la película) y “L’escale” son reales, pero el judío Bruno y el musulmán Malik, encarnados por dos grandes actores, Vincent Cassel y Reda Kateb respectivamente. En este caso, lejos de un thriller de acción, como cabría esperar de cualquiera de ellos dos, aparecen como educadores especialistas y expertos en personas aquejadas de autismo. A su alrededor, un grupo de actores no profesionales, entre los cuales algunos realmente con problemas mentales, que demuestran con ese ejemplo práctico que la inclusión es posible, incluso en un ámbito tan concreto y cerrado como es el cine.

El reparto hace un trabajo fantástico, y Olivier Nakache, Eric Toledano nos ofrecen una película preciosa, conmovedora e interpelante. Es un himno a la tolerancia entre las distintas comunidades religiosas, unidas por la fe en un Dios que los proyecta al amor a los más débiles. Por eso el film, aun siendo muy duro, tiene un poder sanador, porque nos hace creer en la bondad del ser humano, en el amor comprometido que lucha por rescatar a los más necesitados. Y también muestra cómo las administraciones y los agentes que las representan no siempre son burócratas fríos e insensibles.