AMOR MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

Singe y Kate son padres de dos niños, Reff y Finn. A Kate acaban de detectarle un cáncer de mama, aunque no parece muy agresivo y le dan buenos pronósticos. La experiencia no es nueva para la familia, porque el pequeño Reff ha conseguido vencer un cáncer al que, en su caso, tenía muy pocas posibilidades de sobrevivir. Los cuatro, como un equipo bien cohesionado, se disponen a salir adelante una vez más con la enfermedad, pero las cosas se complican hasta el punto que el tratamiento se convierte en un viaje sin retorno. Entonces Kate decide confeccionar lo que llamó «la lista de mamá» (De ahí el título original Mum’s list), en la que consignó sus pensamientos, sus recomendaciones, sus deseos… para ayudar a Singe a cuidar de sus hijos cuando ella hubiera muerto.

La película está basada en el libro Mum’s list, en el que St. John, Singe en el film, narró la historia de su propia familia. La novela salió a luz en 2012, dos años después del fallecimiento de Kate, y constituyó un enorme éxito de ventas. El argumento nos recuerda dos buenas películas de directores españoles, Mi vida sin mí, de Isabel Coixet (2003) y Vivir para siempre, de Gustavo Ron (2010).

A base de flashbacks, Niall Johnson, director y guionista, nos va conduciendo por la historia de amor de los dos protagonistas, desde que se conocieron en una pista de patines, siendo todavía adolescentes. Los saltos intermitentes del presente al pasado se llevan a cabo con suavidad y en momentos pertinentes para que se perciba cómo las frases o acontecimientos del ayer van dando lugar a los distintos elementos de la conmovedora «lista de mamá». A pesar de la carga dramática del asunto, el relato consigue no deslizarse hacia la exageración lacrimógena. En realidad, más que una historia de enfermedad y muerte, la película es la historia de un amor capaz de sobrevolar los límites del tiempo, de la vida y de la muerte. La fotografía y la música están muy cuidadas y contribuyen a crear ese clima románticamente delicado que suaviza la dureza de la realidad. Rafe Spall, Emilia Fox realizan un trabajo impecable, al igual que Ross McCormack y Sophie Simnett como los personajes en su juventud. Muy bien también los dos adorables niños, William y Matthew Stagg.

Es una historia hermosa y alentadora, que muestra cómo el amor auténtico da fuerzas para afrontar cualquier situación, por dura que sea, y que solo el amor es capaz de evitar que la muerte tenga la última palabra. No obstante el ritmo es demasiado lento y, aunque la historia atrapa, no acaba de mantener la atención y la tensión del espectador.