ENTRE LO VIRTUAL Y LA REALIDAD
Suzu es una adolescente llena de complejos, que vive en un mundo físico muy reducido. Por el contrario, su mundo virtual es inmenso y le permite brillar espléndidamente como icono musical, con más de cinco mil millones de seguidores.
Pero su vida cambiará cuando, en el ciberespacio, conozca a la Bestia, una criatura fascinante y aterradora al mismo tiempo. Suzu se siente tan atraída por el misterioso ser que se ve impulsada para dedicar todos sus esfuerzos a averiguar quién es el personaje en el mundo real.
Mamoru Hosoda tiene su propio estudio de animación junto a Yuichiro Saito, Shizu, del cual han salido títulos como El niño y la bestia, y Mirai, mi hermana pequeña. En este caso, el anime es radicalmente distinto, puesto que ofrece dos distintas estéticas, una, más esperable, la que se corresponde con el mundo real y la otra, para el mundo virtual de U, absolutamente deslumbrante y llena de fantasía.
La película alude a la versión de Disney de La Bella y la Bestia, pero lo más importante es que se detiene en los buenos sentimientos y la bondad del corazón. Pero lo sitúa en el marco de la situación actual, a veces problemática, de fingir una personalidad falsa aprovechando en anonimato que brindan las redes.
Una buena película, bellísima y con buena música que puede constituir, además, un cierto ejemplo de vida para no perderse en la virtualidad.