Después de doce años en París como editor de tesis doctorales “que nadie leía”, Martin Joubert decide recuperar la panadería de su padre en un pueblo de Normandía, para poder llevar una vida tranquila, sin stress ni sobresaltos.
De sus inquietudes intelectuales de juventud ya sólo le queda una viva imaginación para fantasear y una gran afición por la literatura, especialmente por las obras de Flaubert, cuya novela, “Madame Bovary” no se cansa de leer una y otra vez. Él mismo ha llegado a tener algo de ese personaje, con un matrimonio aburrido y una vida monótona y tediosa, de la que es capaz de evadirse por su gran afición a la lectura y la recóndita esperanza de que pueda llegar a producirse algún acontecimiento apasionante.
La existencia apacible y soñadora del panadero se ve perturbada por la llegada de nuevos inquilinos en el vecindario. Su emoción es indescriptible al enterarse de que sus nombres –Gemma y Charles Bovery– coinciden casi exactamente con los de los héroes de la novela de Flaubert, y la imaginación de Martin hace el resto. En la obra de este autor, Emma, la protagonista, casada Charles Bovary, vive un desgraciado romance con Rodolfo Boulanger (“boulanger” significa “panadero”), un burgués adinerado y conquistador, y una aventura fallida con un antiguo amante, Leon Dupuis. Finalmente, agobiada por las deudas y sin saber qué hacer con su vida, acaba suicidándose con arsénico. Martin se lanza a la quimera de una translación de lo literario a la realidad y él mismo se arroga la misión de proteger a su idolatrada Gemma/Emma del destino fatal hacia el que se encamina irremisiblemente.
Fabrice Luchini está soberbio en su personaje, conmocionado por el drama que él mismo crea en su imaginación, víctima de sus propios fantasmas, a quien nadie toma en serio, y que, de tan bobo, acaba resultando conmovedor. También Gemma Arterton está magnífica con ese toque de candidez y de sensualidad insinuada que le confiere a la bella Gemma Bovery. El resto del elenco cumple en unos roles secundarios que casi pasan desapercibidos.
La película es un juego de humor, literatura, vida real y ficción, que queda rematado por un sorprendente final, entre vodevil y terrible accidente doméstico. Pero todavía falta un esperpéntico epílogo, una chanza final para que Martin siga con sus ridículos desvaríos.
Los amantes de la literatura francesa disfrutarán con una comedia atípica, que intriga y se sigue con interés, aunque después se olvide rápidamente.
Primavera en Normandía
Título original:
Gemma Bovery
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2016
Dirección:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
99
Contenido formativo:
Crítica: