Cine y Valores

Nahid

Título original: 
Nahid
Género: 
Puntuación: 
5

Average: 5 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2015
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
104
Contenido formativo: 
Crítica: 

Nahid, hermosa mujer divorciada, vive con su hijo preadolescente y conflictivo en una pequeña ciudad al norte de Irán. Su exmarido es un pobre hombre que acaba de dejar las drogas pero sigue inmerso en un submundo de delincuencia y ajustes de cuentas, cuya sórdida realidad no duda en dejar que presencie su propio hijo. Sin embargo, según las leyes del país, es el padre a quien le corresponde la custodia del hijo. Pero él ha cedido ese derecho a su exesposa a condición de que no vuelva a casarse.
Nahid sobrevive a duras penas con el fruto de su trabajo, lleva retraso en el pago del alquiler de la vivienda y de la escuela privada a la que envía al niño. No obstante, desde el principio se nos presenta como una mujer complicada, carente de prudencia y orden en la organización de su vida, y así mientras debe pedir prestado para poder cubrir las necesidades más perentorias y elementales, es tan insensata de comprarse dos pares de gafas porque son bonitas y la favorecen o un enorme sofá que le ha llamado la atención.
Ese desorden para organizar su vida repercute también en un desequilibrio interior en su afectividad. Está enamorada de un hombre bueno que la quiere sinceramente, desea casarse con ella y está dispuesto a contratar los mejores abogados para que Nahid no pierda la custodia de su hijo. Sin embargo ella, aunque parece amarlo, es incapaz de adoptar con él una actitud confiada ni de corresponder con lealtad a su generosidad.
La película transmite el clima de opresión de una sociedad en la que la mujer es un ser de segunda categoría, obligada a someterse al marido aunque éste sea un indeseable. Nahid es en gran parte la artífice de su propio destino, pero sobre ella pesan las leyes y costumbres discriminatorias de su país y coartan su libertad y sus posibilidades de decisión. No obstante no hay que buscar denuncia ni rebeldía en la película, Ida Panahandeh describe una situación con la que no deja ver que se sienta incómoda. El guion empieza bien, engancha al espectador pero poco a poco empieza a perder ritmo y a naufragar para terminar dejando un poso de amargura y casi ahogo ante una sociedad anclada en la intolerancia y la humillación de las mujeres.