FATUM
La misma acción –matar– y el mismo destinatario –un asesino– puede ser éticamente correcta o totalmente reprobable.
La misma acción –matar– y el mismo destinatario –un asesino– puede ser éticamente correcta o totalmente reprobable.
Juan trabaja para los servicios secretos. Es el mejor agente, pero a veces su conciencia se resiente.
Nicolás abre sin querer una puerta cósmica en el trastero de su casa y se desata la aventura más alocada que imaginarse pueda.
Margo, una joven viuda, se siente desbordada por los problemas que le ocasiona Jon, su hijo adolescente. Su madre, mujer dura y fría, no le supone ninguna ayuda para la educación del chico. Así que, Margo decide enviarlo con su padre, militar retirado, que hace tres años, al regreso de Bosnia, se alejó de la familia para vivir solo en un pueblo de la costa alicantina. En unos pocos meses, abuelo y nieto tendrán que convivir, uno marcando límites y normas, el otro rebelándose y ambos aprendiendo a ser mejores personas.