Cine y Valores

Volando juntos

Título original: 
Donne-moi des ailes
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2019
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
153
Contenido formativo: 
Crítica: 

LAUDATO SIT

Thomas, hijo de padres separados, debe pasar el tiempo de vacaciones con su padre Christian en el campo. Pero, para un adolescente enganchado a los videojuegos, la sola idea de recluirse en pleno campo, sin wifi ni cobertura para el teléfono, le parece una auténtica pesadilla. Además, Christian es un buen científico, pero es muy poco convencional como padre. Su vida cotidiana no goza de demasiado orden y no tiene tiempo de ocuparse del chico, entregado como está al estudio de los gansos salvajes, una especie amenazada de extinción. Toda su existencia gira en torno a ese objetivo. Incluso está construyendo un ultraligero anfibio para poder acompañar a un grupo de gansos en su migración.

Sin embargo, aunque Thomas al principio está reticente y cuanto hace su padre le parece una locura, a medida que empieza a relacionarse con los animales, poco a poco se va interesando por el proyecto. Juntos, padre e hijo se lanzarán finalmente a la gran aventura de salvar a una especie en extinción, sin ayuda de nadie y con la opinión en contra de todos los científicos. Empìeza entonces para ellos un fascinante y peligroso viaje desde Francia hacia el norte de Europa.

Además de su sano contenido ecológico, ese viaje apasionante, inspirado en una historia real, pone también el foco en las relaciones paterno filiales. Thomas, muy unido a la madre, descubre la figura paterna que tanto necesitaba para su desarrollo personal, y Christian descubre, a su vez, la figura del hijo y aprende a comprometerse con su formación. Y los tres, la madre, el padre y el hijo, toman conciencia del valor de la familia y de lo importante que es “preservarla” de su extinción (o ruptura).

Entrañable película familiar, con unas imágenes de tal belleza que dejan sin aliento y también con una cierta dosis de intriga y tensión por el desenlace del niño y de las aves. Tiene momentos de humor, de amor y de amistad y supone una gran lección de amor a la naturaleza y de compromiso por su conservación. Mensaje totalmente actual. Cierto que algunos aspectos no resultan muy creíbles, pero da lo mismo, porque lo más importante del film es que un experimento científico de lucha por la preservación de una especie ha tomado la forma de una aventura familiar, con lo cual su lección y su valor formativo llegará con facilidad a niños, jóvenes y adultos.

La película está muy hecha, el guion es bueno, la fotografía de Eric Guichard es espectacular y el reparto está formidable. Pero el mayor mérito de Nicolas Vanier es ofrecer un film familiar muy entretenido, cargado de valores éticos, ecológicos y familiares.

Una llamada al compromiso para cuidar y proteger nuestro entorno, tanto el ámbito de los lazos afectivos, como la casa común, Para no perdérsela.