Mientras Joe, de 80 años, discute las condiciones abusivas de su hipoteca sobre la casa en la que vive con su hija y su nieta, unos atracadores irrumpen en la sucursal del banco. Impresionado por el sustancioso botín que han conseguido los ladrones, Joe se pregunta si no debería hacer él lo mismo, contando, por supuesto, con sus inseparables amigos Willie y Albert. Es sólo una idea que bulle en su cabeza, pero que no se toma en serio ninguno de los tres. Sin embargo, cuando se enteran de que los fondos de sus pensiones desaparecen, absorbidos por el mismo banco que engañó a Joe vendiéndole un producto engañoso, y los van a dejar a los tres en la miseria, contemplan seriamente la propuesta y finalmente deciden organizar un golpe semejante al que acababa de producirse. Pero, reconocen que dada su nula experiencia como asaltadores de bancos y teniendo en cuenta, además, su avanzada edad, necesitan la ayuda de un profesional que los asesore y los aconseje cómo deben llevar a cabo la operación.
La película es un remake de su homónima en el título original, Going in Style, dirigida por Martin Brest en 1979, y protagonizada en ese caso por otros grandes veteranos, George Burns, Art Carney, y Lee Strasberg. Ahora la historia está protagonizada por tres iconos del cine, Michael Caine, Morgan Freeman y Alan Arkin, cuya sola presencia llena la pantalla y da entidad al film.
En la trama hay una cierta crítica social de la indiferencia y la injusticia con las que se trata a los mayores cuando han dejado de ser productivos, y encierra también una denuncia de las añagazas de algunos bancos para abusar de los clientes más débiles, como los ancianos. Pero, por encima de todo, es una comedia amable, del subgénero «comedia geriátrica», que trata con respeto y dignidad a los personajes. Al espectador le resulta muy fácil empatizar con los tres entrañables pensionistas convertidos en atracadores, y no echa de menos algo más de originalidad en la narración.
¿Cómo es posible que un film centrado en un atraco a un banco constituya una película de valores? La respuesta es muy sencilla: los tres «delincuentes» sólo pretenden recuperar lo que a ellos previamente les han quitado, y si el botín fuera mayor, su actitud sería de «Robin Hood». Pero, si profundizamos en la divertida trama argumental, Un golpe con estilo es un homenaje a la amistad auténtica, la que es capaz de compartir generosamente y de arriesgar hasta la vida por el amigo. Hay respeto a los mayores y a los niños, ternura filial, defensa de la familia, delicadeza en el trato personal, solidaridad...
Sin duda no es una obra de arte, pero es una película deliciosa, llena de fe en el hombre y de exaltación de los valores que dan sentido a la vida. Totalmente recomendable.