Cine y Valores

Toni Erdmann

Título original: 
Toni Erdmann
Género: 
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2016
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
162
Contenido formativo: 
Crítica: 

Inés Conradi, de unos cuarenta años es una brillante ejecutiva de una consultoría alemana con sede en Bucarest. Es un ser deshumanizado, adicto al trabajo, totalmente dedicado a medrar en su trabajo y con una total indiferencia hacia los demás. Tiene una vida perfectamente ordenada, hasta que de improviso se le presenta su padre, un sexagenario excéntrico y bromista, con el que no tiene ningún punto de coincidencia ni ningún tema de conversación, que ha ido para ayudar a su hija a que no se hunda en una vida aburrida y desnortada. Inés se siente pronto desbordada por ese padre imprevisible, que le altera sus costumbres y del que, en público, se avergüenza un poco. Se ha inventado un personaje, Toni Erdmann, que va a ser la tortura de Inés, y amenaza con adoptar una hija porque la suya no le hace ni caso, broma que les hace gracia a todos cuantos la oyen menos, como es lógico, a la propia hija.  

A través de las bufonadas de Winfried Conradi, Maren Ade pretende señalar, con un cierto humor, los entresijos de la sociedad liberal en el actual mundo globalizado, la obsesión por el éxito, la vacuidad moral, la violencia social –un total menosprecio por las personas que van a perder sus puestos de trabajo para que unos pocos puedan enriquecerse todavía más-. No obstante, todo parece forzado en un guión fácilmente previsible, cuyo final no ofrece dudas. La denuncia de una sociedad nihilista que no sabe a dónde va queda en el aire, porque la película no ofrece una clave de solución mínimamente atractiva. Desde la pregunta inicial -que constituye el núcleo de la historia-, «¿Eres feliz?», hasta la respuesta en la última escena, con el padre y la hija hablando de la vida en el ámbito de la realidad de la muerte, es como si se hubiera dado un giro de 360 grados, pues la único felicidad que puede a la que puede aspirarse son momentos puntuales que hay que intentar disfrutar antes que se esfumen y se pierdan para siempre. No hay una orientación que dé sentido a la vida, no hay una meta valiosa por la que luchar, no hay nada que trascienda el aquí y ahora. No es, pues, Inés la que está equivocada con su vida estresada frente a su padre, que tendría razón, porque también él lleva su carga de inmadurez y de frustración. Resulta bastante curioso denunciar el nihilismo desde una postura igualmente nihilista. Cierto que Inés se mueve exclusivamente por intereses materialistas, pero lo que propugna el padre, como una lección de sabiduría de vida, se mueve en el mismo nivel, si bien con una capa de ternura que pretende disfrazar el mismo vacío y sinsentido. Inés vive en una carrera alocada, y Winfried, divorciado, combate el aburrimiento y la soledad con chanzas de dudoso gusto y disfraces estéticamente horrorosos.

La historia está salpicada de escenas libidinosas que quieren ser simbólicas y, sobre todo, transgresivas. Lo último lo consiguen, el simbolismo ya es más difícil de apreciar. La fiesta accidentalmente nudista, después de todos los esfuerzos y contorsiones de Inés por desprenderse de un vestido que la oprime, es una clara metáfora burlesca de cuánto nos cuesta desprendernos de la máscara que nos hemos creado. Pero la escena de sexo no tiene ningún sentido -«Estás loca», le dice el amante rumano- y resulta absolutamente nauseabunda.

La película se hace larguísima, no sólo por sus casi tres horas, sino sobre todo por la acumulación de situaciones que, aunque sorprenden, no aportan nada y que acaban por impacientar al espectador. Sólo unos grandes actores como Peter Simonischek y Sandra Hüller podrían mantener a flote una historia tan desconcertante. Simonischek como el tipo excéntrico e imaginativo que nunca se ha tomado demasiado en serio ni a sí mismo ni a las personas de su entorno; Sandra Hüller, dominadora y frágil al mismo tiempo, a veces segura de sí, remisa otras.       

Realmente sorprende que la película haya tenido tanto éxito de la crítica y haya recibido tal cantidad de premios.