GOYA 2018 A MEJOR PELÍCULA DE ANIMACIÓN y MEDALLA CEC: LARGOMETRAJE DE ANIMACIÓN.

Tadeo Jones, el albañil soñador convertido en estudiante de arqueología, decide asistir a un Congreso Internacional en Las Vegas, donde su admirada y querida arqueóloga Sara Lavroff, va a presentar su último gran descubrimiento: el papiro que demuestra la existencia del Collar del mítico Rey Midas, que convertía en oro todo aquello que tocaba, y que da las claves para encontrar las tres piezas de dicho collar, escondidas en tres misteriosos e inaccesibles lugares. Pero el solemne acto es violentamente interrumpido cuando el malvado Jack Rackhman y sus secuaces secuestran a Sara para hacerse con el papiro que les permitirá adquirir un poder sin límites. Tadeo y sus tres intrépidos amigos -el divertido loro Belzoni, el revoltoso perro Jeff y la estrafalaria momia- emprenden una arriesgada aventura para rescatar a Sara, que los llevará desde las Vegas hasta Granada, en España y, más tarde, hacia el nordeste de África.

Preciosa película, mejor incluso que la primera entrega de Tadeo, que fue acreedora de tres premios Goya (Mejor director novel, Mejor guión adaptado, Mejor película de animación). La animación es muy buena, muy cuidada hasta el más mínimo detalle. Las secuencias que tienen lugar en el ámbito de la Alhambra son una auténtica maravilla. La historia tiene un ritmo constante, con mucho dinamismo, tensión y muchas risas, especialmente algunos divertidos gags protagonizados por Belzoni y Jeff o la Momia y el taxista andaluz.

Sin embargo, y aun siendo muy bueno técnicamente, lo mejor del film es la historia que narra, muy bien trenzada y con un hondo contenido formativo. Jack Rackhman tiene más dinero del que podría gastarse, pero desea ansiosamente más poder. Para eso quiere conseguir el collar del Rey Midas sin que para ello le importe destruir a las personas que le suponen un obstáculo. Pero el egoísta, que no piensa más que en sí mismo, nunca alcanza a estar totalmente complacido, nunca consigue ser feliz, porque las ganancias que pretende no pueden satisfacer su corazón. El mal -encarnado en el villano- es muy peligroso, arrolla a los buenos y se teme que pueda destruirlos, pero al final, siempre acaba venciendo el bien mientras los malos se hunden en su propia miseria.

Tadeo y Sara, por su parte, adoptan una actitud generosa y no dudan en arriesgar su propia vida para evitar grandes males a la humanidad. El «arma» que los hace invencibles es el «sacrificio por amor». Ambos encarnan la bondad y la pureza del amor generoso e incondicional. En la historia también hay espacio para el arrepentimiento y el perdón. Tiffany se deja llevar de los celos y llega a traicionar a sus amigos, pero es capaz de rectificar y disculparse. Tadeo y Sara la acogen de nuevo con todo cariño.  

Una película familiar muy recomendable, que hará las delicias de los más pequeños, resulta muy entretenida para los adultos y, además, brinda la ocasión de entablar un diálogo muy fecundo sobre la función de los valores en la vida del hombre.