Distribuida por: Caramel films
Magnífico documental sobre el equipo ruso de hockey sobre hielo conocido como “El ejército rojo”, narrado desde la perspectiva del que fue su capitán, Slava Festisov, que llegó a pasar de ser considerado un héroe nacional a despreciable enemigo político.
La historia del equipo constituye, a su vez, un prisma a través del cual se contempla lo que fue y lo que supuso la guerra fría. Así la película no se limita a ser un interesante reportaje deportivo, sino que, además, trata con objetividad una página de nuestra historia reciente y presenta una serie de figuras humanas que la vivieron en primera persona. Los protagonistas del equipo hablan con sinceridad de sus vivencias, sus dificultades y penurias, su camaradería, sus triunfos y aspiraciones.
Bajo el mando despótico del entrenador Viktor Tikhonov, hombre de hierro del partido, los jugadores eran tratados como meros instrumentos al servicio de la propaganda política. Hasta el punto que ese reduccionismo llega a hacer mella en sus propias relaciones personales. Pero la otra cara de la moneda es la eficacia que consigue un régimen autoritario, al cual no le interesan las personas por sí mismas sino sólo los triunfos del equipo, frente al individualismo de los jugadores de los países democráticos.
Con la decadencia del régimen soviético, los jugadores de élite siguieron siendo piezas al servicio de la máquina del Estado, pero ahora como recursos para obtener beneficios, traspasándolos a equipos de otros países y obligándoles a entregar gran parte de su sueldo. Sin embargo, a pesar de todo, los jugadores de “El ejército rojo” no dejaron nunca de encarnar los grandes valores que deberían siempre ser inherentes al deporte: eran nobles y solidarios, amigos sinceros entre ellos, con un profundo amor por su patria y un sano orgullo por los colores que defendían.
“El ejército rojo” forma parte de la historia social y política de su país, y, como la misma URSS, vivió un período de fuerza y esplendor, seguido de la decadencia con los cambios y turbulencias de la Rusia contemporánea. Finalmente, el otrora vituperado Slava Fetisov fue nombrado ministro de deportes por Vladimir Putin, y el documental termina con la esperanza de que Rusia pueda recuperar parte del prestigio deportivo de otras épocas.