Cine y Valores

MIRANDO AL CIELO

Título original: 
MIRANDO AL CIELO
Puntuación: 
5

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Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2023
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
120
Contenido formativo: 
Crítica: 

Cuando el amor es más grande que el miedo

México, año 1926. El gobierno del presidente Plutarco Elías Calles ha promulgado leyes represoras de libertades fundamentales ateniéndose a la Constitución de 1917, surgida de la Revolución, que negaba la personalidad jurídica a las iglesias, las sometía a fuertes controles por parte del Estado y las privaba de su derecho a poseer bienes raíces; prohibía la participación del clero en política; conculcaba derechos básicos de los religiosos e impedía el culto público fuera de los templos.

Tras un período de resistencia pacífica, comenzaron las rebeliones en distintos puntos de la nación. A petición de la Liga Nacional para la Defensa de la Libertad Religiosa, el general Enrique Gorostieta, militar retirado, ateo pero hombre honrado y amante de la libertad, se une a la causa, asume el mando de todos los grupos rebeldes y organiza un ejército. Esa contienda se conoce con el nombre de «Guerra Cristera», porque los rebeldes, que defendían el derecho a la libertad religiosa, peleaban bajo el lema «Viva Cristo Rey».

Fueron unos hechos tristes de la historia de México y de la entrega de unos hombres, heroicos y ejemplares, capaces de dar la vida por defenderse de quienes pretendían imponer el pensamiento único y les privaban de un derecho humano básico tan fundamental como es la libertad religiosa.

Mirando al cielo narra la historia de José Sánchez del Río, el hijo menor de una respetable familia de la ciudad mexicana de Sahuayo, en el Estado de Michoacán. Los dos hijos mayores del ejemplar matrimonio, don Macario y doña María, Macario y Miguel estaban ya alistados en las filas de los cristeros, cuando José, con solo 13 años se incorporó a los rebeldes.

En el curso de una batalla, José, un auténtico valiente a pesar de su juventud, cede su caballo a su General. José es entonces capturado y condena a muerte. Antes de ser ejecutado, fue salvajemente torturado. Murió perdonando, con un «Viva Cristo Rey y la Virgen de Guadalupe» en los labios, sin que consiguieran que lo cambiara por el grito que pretendían imponer: «Muera Cristo Rey y viva el supremo gobierno». 

La película está planteada como un flashback a partir de los recuerdos en confesión de un moribundo don Rafael, diputado federal y perverso padrino de José. Es un film modesto, con un guion denso y reiterativo, con excesivas reflexiones y sentencias moralizantes. Se echa de menos más agilidad en la acción y en los diálogos para que sea el espectador quien pueda elaborar sus propias conclusiones. El contenido es estremecedor, porque son hechos reales, largamente silenciados y que, todavía hoy, se procuran esconder o tergiversar.

Julián Fidalgo hace un buen trabajo encarnando al joven José Sánchez del Río, quien sería beatificado junto a otros doce mártires, en 2005, durante el pontificado del Papa Benedicto XVI canonizado por el Papa Francisco el 16 de octubre de 2016