Cine y Valores

Matar al mensajero

Título original: 
Kill the Messenger
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
112
Contenido formativo: 
Crítica: 

“Matar al mensajero” es un thriller político que narra la historia del periodista ganador de dos premios Pulitzer, Gary Webb.
A finales de la década de 1980, después de un suceso terrible –del que nos enteramos ya muy avanzada la película–, Webb se había instalado con su familia en California y trabajaba para el periódico “San José Mercury News”. En 1995 escribió un artículo sobre el embargo, por parte del gobierno de su país, de propiedades de narcotraficantes. Pronto recibió un mensaje que marcaría un punto de inflexión en su vida y la de su familia. Procedía de Coral Baca, novia de Rafael Cornejo, quien había permanecido tres años en la cárcel con cargos relacionados con la cocaína. Ella le facilitó información y documentos que demostraban la conexión de la CIA con el tráfico de droga.
Webb inicia entonces una investigación que le lleva a acusar a la CIA de colaborar con los narcotraficantes que introdujeron cocaína en el país y de destinar los beneficios a armar a la Contra nicaragüense. Pero la historia no tarda en darse la vuelta, y el propio Webb se convierte en noticia cuando la prensa rival intenta desacreditarlo, amedrentarlo y hundirlo. A pesar de las advertencias y amenazas que recibe, no ceja en su actividad periodística y sigue buscando pruebas que demuestren la conexión directa de los traficantes de cocaína y la CIA.
Michael Cuesta nos ofrece una inquietante película, que logra mantener en vilo al espectador hasta el falso desenlace. Falso porque el verdadero final aparece al iniciarse los créditos, con información sobre el auténtico Gary Webb. Además, el film da que pensar sobre cuestiones muy fundamentales sobre hombre (“Primero el poder atrae, luego te haces adicto al poder, finalmente te destruye”, le advierten), sobre cómo ejercer el periodismo, al servicio de la verdad o sólo buscando el beneficio y el éxito, y, finalmente, constituye una advertencia sobre las posibles sucias alcantarillas que están por debajo de nuestra inconsciente sociedad. Es una seria advertencia que debería movernos a exigir más de la prensa, información veraz y completa en lugar de la carnaza a la que nos tienen acostumbrados, y a no permitir que los poderes públicos mientan y manipulen. Pero, no nos engañemos, la actitud decidida del pueblo sólo será eficaz si es capaz de optar decididamente por los valores y utiliza la fuerza de los votos en la defensa de los mismos.