TODOS PARA UNO Y UNO PARA TODOS
El joven e inexperto D'Artagnan llega a París con la intención de entrar a formar parte del cuerpo de mosqueteros del rey. Pronto entra en relación con tres aguerridos mosqueteros, Athos, Porthos y Aramis con los que formarán ese curioso equipo de tres mosqueteros que son, en realidad, cuatro, que deberán enfrentarse a las oscuras maquinaciones del cardenal Richelieu.
En una Francia dividida por las guerras de religión, bajo la amenaza de ser invadida por Inglaterra y con una corte hirviendo de intrigas, un grupo de hombres y mujeres, con ideas diferentes sobre la gloria de Francia, van a cruzar sus espadas y sus destinos.
Una nueva versión de la obra de Dumas constituía ciertamente el riesgo de no ser capaz de aportar nada que llamara la atención del público. Sin embargo, Martin de Bourboulon nos ofrece una película de acción enormemente entretenida, que se ve con sumo gusto, con la que el espectador ríe a veces y también se inquieta por momentos.
Luis XIII de Francia, encarnado por un extraordinario Louis Garrel, aparece como un monarca imbuido de su poder, con una psicología y una afectividad inestables, que ama a su esposa Ana de Austria con la misma intensidad con la que la desprecia y desconfía de ella. Por su parte, la reina consorte, hija del rey Felipe III de España, se muestra sumisamente rendida a su esposo, pero, en realidad, está enamorada del inglés duque de Buckingham. Probablemente, los amantes de la novela original echen de menos algo más de presencia del Cardenal Richelieu y también del capitán de Tréville.
El personaje de D'Artagnan está muy logrado. François Civil le presta un aspecto juvenil y fresco, con una cierta ingenuidad, pero muy intrépido, y decidido a poner su espada al servicio de la verdad, la justicia y el amor. Los tres míticos personajes de Dumas aparecen tal vez demasiado maduros, especialmente Athos, y pierden por tanto esa alegría y sentido del humor con que afrontaban sus luchas y combates en las páginas de la novela original. No obstante, los tres magníficos actores que les dan vida (Vincent Cassel como Athos, Pio Marmaï, Porthos y Romain Duris, Aramis) hacen un trabajo tan soberbio que, finalmente no puede ponérseles ninguna pega, a pesar de que el principal protagonista es D'Artagnan y los personajes del «Todos para uno y un para todos» quedan solo ligeramente esbozados, les falta profundidad.
También están soberbias las tres principales actrices: Vicky Krieps como la Reina Ana de Austria, Eva Green como la perversa Milady de Winter, y Lyna Khoudri, como Constance Bonacieux, la amada de D'Artagnan.
Hay una concesión del guion a las influencias de los tiempos actuales que resulta bastante molesta para quienes, desde la infancia, llevamos en nuestro imaginario a esos personajes únicos, tal como surgieron de la pluma de Dumas. Así el equipo de guionistas –Martin Bourboulon, Matthieu Delaporte y Alexandre de La Patellière– ha convertido al grandullón Porthos en bisexual. ¡Si Alejandro Dumas levantara la cabeza!
La película resulta tan entretenida que deja con las ganas de que pronto llegue la segunda parte anunciada. Mientras tanto, no poco desempolvaremos el viejo libro para sumergirnos, una vez más, en su lectura.