¿“MORENOS” O “NEGROS”?
Fuentejuela de Arriba, un pequeño pueblo de la sierra abulense corre el riesgo de ser anexada a Fuentejuela de Abajo, porque no alcanza el número mínimo de 18 habitantes, imprescindible para tener derecho a formar consistorio propio. En cuanto al actual alcalde tiene aspiraciones políticas y no se conforma con ser el primer edil de una localidad tan insignificante, en la que él mismo pasa el menor tiempo posible. Es públicamente sabido que tiene una relación extramatrimonial en la capital. Por otra parte se ha comprometido con el Ayuntamiento del pueblo vecino para apoyar la anexión, a cambio de que él forme parte del futuro equipo de gobierno.
Teresa, la traicionada mujer de Santi, el alcalde, no está dispuesta a que el pueblo se rinda y con ayuda de su amigo Jaime organiza todo un plan de salvación. El mermado grupo de vecinos la secunda aun con pocas expectativas de triunfo, porque de ningún modo llegan a 18, con lo cual la sentencia es prácticamente irreversible. Pero, cuando están planificando acciones de reafirmación local, la salvación les llega de forma inesperada… y estrambótica. En medio de una nevada impresionante, llegan a la zona cuatro africanos, tres hombres y una mujer, ateridos de frío, ataviados con trajes tribales. El grupo había llegado a España engañado, como cuadro artístico de baile. La realidad fue que el grupo mafioso que les había tendido el señuelo, los tenía destinados a un “puticlub” y, en cuanto han tenido ocasión, han huido con lo puesto… o, mejor, con lo no puesto. Y ahí empieza la gran aventura para intentar salvar a Fuentejuela de Arriba de la ambición anexionista de Fuentejuela de Abajo.
Marina Seresesky presenta una comedia ligera, aunque con pretensiones de plantear temas de reflexión. El telón de fondo es el drama de la despoblación rural e, implícitamente, una propuesta de posible solución con la llegada de inmigrantes que se asienten en esa tierra. Esa posibilidad da ocasión a diálogos repletos de oportunas alusiones a lugares comunes a propósito del disimulado racismo de muchas personas. Las situaciones absurdas y estrafalarias, con algunos ingredientes chocarreros, se suceden con pocas sorpresas, provocando risas (pocas) y sonrisas.
Lo mejor de la película es Carmen Machi (Thi Mai, rumbo a Vietnam), que no solo enriquece la vis cómica de su personaje con una dimensión de bondad, sino que es capaz de sacar adelante un guion de por sí endeble. El reparto es bueno y hace un buen trabajo: Pepón Nieto, como Jaime, Kiti Manver, una divertida Encarnita, Jon Kortajarena, el “guiri”, Enriqueta Carballeira, Paco Tous, Santi Ugalde, etc.
Un film muy justito, pero adecuado para una sesión de verano.