Cine y Valores

LLEGARON DE NOCHE

Título original: 
LLEGARON DE NOCHE
Género: 
Puntuación: 
9

Average: 9 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2022
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
105
Contenido formativo: 
Crítica: 

ANTE TODO, LA HISTORIA

La madrugada del 16 de noviembre de 1989, en plena guerra civil salvadoreña, seis sacerdotes jesuitas, profesores universitarios (los españoles Ignacio Ellacuría, Ignacio Martín Baró, Segundo Montes Mozo, Armando López Quintana, Juan Ramón Moreno Pardo y el salvadoreño Joaquín López y López) y la cocinera de la universidad, Julia Elba Ramos, junto con su hija de 15 años, Celina Mariceth Ramos, fueron asesinados en la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (UCA) en San Salvador. La noticia tuvo una inmediata repercusión internacional, porque además de la barbarie, entre los sacerdotes asesinados se encontraba un intelectual de prestigio, Ignacio Ellacuría.

Inmediatamente el gobierno culpabilizó a la guerrilla del FMLN pero una testigo presencial echó por tierra la versión oficial. Se llamaba Lucía Barrera De Cerna y trabajaba como empleada de la limpieza en la UCA. Ella vio, sin ningún margen de duda, quiénes fueron los verdaderos asesinos: el ejército. 

Imanol Uribe nos ofrece prácticamente un documento histórico fehaciente, con todos los detalles de lo que aconteció minuciosamente descritos. La originalidad de la película estriba en que la protagonista es Lucía Barrera, la empleada de la limpieza que, tras una ventana, pudo ver con claridad que los asesinos eran miembros del ejército y no de la guerrilla del FMLN (‘Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional’). 

Juana Acosta hace un trabajo soberbio metiéndose en la piel de Lucía, esa valiente mujer. Su personaje tiene la ternura y la dulzura de una mujer buena, enamorada de su marido y volcada en su hija; pero también la reciedumbre y la fortaleza que le proporciona una fe inquebrantable, con unos criterios éticos muy sólidos. No se doblega ante las presiones de los poderosos, porque ella y su familia han optado por la verdad y el bien. Junto a ella, está muy correcto el colombiano Juan Carlos Martínez, en el papel de su marido. 

Carmelo Gómez está magnífico encarnando al padre Tojeira, testigo vivo de la historia, que ha colaborado en el proceso de elaboración del guion, aportando detalles precisos que han contribuido a construir una historia fiel a lo que ocurrió aquellos días. Ben Temple interpreta al apasionado y beligerante Padre Tipton, probablemente uno de los más influyentes de la época en Estados Unidos, en un papel breve, pero interesantísimo.

Karra Elejalde se mete en el personaje del padre Ellacuría, el sacerdote vasco que junto a sus compañeros de la Compañía de Jesús, cercanos, en aquel momento, a la teología de la liberación, se “des-vivían” por dar voz y proteger a los más desfavorecidos. Su muerte fue la última consecuencia de su entrega incondicional. 

Imanol Uribe muestra a un padre Ellacuría preocupado y comprometido en la causa del hombre, pero siempre con la enseña de los valores evangélicos (libertad, justicia y amor). Cuando un estudiante, en clase, en presencia del padre Ignacio y de otro jesuita, dice, a modo de reproche que “el fin no justifica los medios”, Ellacuría le da totalmente la razón, pero ambos jesuitas le hacen notar al joven que el hecho de que los medios sean perversos no implica que los fines sean malos. “Matar y secuestrar es malo –le dicen–, pero no por ello “las necesidades de un pueblo oprimido dejan de ser una prioridad”. La película no deja lugar a dudas de que los jesuitas estaban comprometidos con el sufrimiento, poniendo "amor sobre el odio" (palabras exactas de Ellacuría en el film).

La película está muy bien hecha, resulta muy interesante y mantiene la tensión del espectador, si bien hay algunas escenas que dan la sensación de alargarse exageradamente. Pero la historia está muy bien documentada, expuesta con rigor y rezuma verdad.

Ellacuría les dice a sus compañeros en un momento dado: “Si me matan de día, sabrán que ha sido la guerrilla, pero si llegan de noche, serán los militares los que me maten. Y llegaron de noche.