LA VERDAD HACE LIBRE AL HOMBRE
1956. El muro todavía no se ha levantado. Theo y Kurtz, dos estudiantes del lado oriental de Alemania, en la ciudad de Stalinstadt (actualmente Eisenhüttenstadt), cerca de la frontera con Polonia, escuchan clandestinamente una radio del otro lado y se enteran de que en Hungría el pueblo se ha levantado para echar de su territorio al ejército ruso. La lucha por la libertad y el coraje de expulsar al opresor extranjero despierta el entusiasmo de todos los compañeros de clase y deciden guardar un minuto de silencio, como muestra de solidaridad con el pueblo húngaro. No hay en los jóvenes ninguna motivación política ni menos aún el más mínimo deseo de oposición el régimen comunista, en cuyas bondades creen sinceramente, de acuerdo con la educación que han recibido. Pero su gesto es interpretado por las autoridades académicas y políticas como un gesto subversivo tan grave, que hasta el mismo ministro se hace presente en el centro para llevar la investigación. Sobre los chicos se cierne la amenaza de que no se les permita graduarse.
Para su película, Lars Kraume se inspira en hechos reales, tal como los describe Dietrich Garstka en su novela autobiográfica The Silent Classroom, publicada en 2006. En el desarrollo del guion, que va trenzando hábilmente las diversas tramas -lo social político y lo personal- con un sólido pulso narrativo, se mantiene el suspense en la línea argumental, sin renunciar por ello a la hondura dramática de los personajes.
La puesta en escena es muy buena y los actores están convincentes dando vida a unos personajes muy interesantes. En el ambiente opresor de un régimen social comunista, con la imposición del pensamiento único y las claras delimitaciones entre los que puede y lo que no puede decirse, surge tímidamente el tema de la verdad y la libertad. Pero, como sucede con todos los grandes valores, se imponen por su propia luz y, a pesar de su suavidad, resultan más fuertes que el mal que los quiere sofocar. En esas circunstancias, los jóvenes ven cómo se pone a prueba su coraje, el sentimiento de amistad, la solidaridad y la capacidad de sacrificarse generosamente por los otros.
Una buena película que da mucho que pensar.