Cine y Valores

La bella y La Bestia

Título original: 
La Belle et la Bête
Puntuación: 
6

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Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2014
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
110
Contenido formativo: 
Crítica: 

Argumento: Jeanne-Marie Leprince de Beaumont (cuento)
ÉRASE UNA VEZ... un rico mercader que había perdido toda su fortuna en un naufragio. Un buen día, extraviado en un bosque tenebroso, en una noche fría, oscura y amenazadora, con mil peligros acechándole, buscó refugio en un misterioso castillo que resultó ser la morada de la Bestia. El pobre hombre fue condenado a muerte por haber robado una rosa, pero la Bestia le concedió que pudiera ir a despedirse de sus seis hijos. Bella, la más joven hermosa y bondadosa de todos ellos, decidió sacrificarse en lugar de su padre. En el palacio de la Bestia, fue descubriendo un mundo mágico que al principio la atemorizó pero, poco a poco, despertó en ella emociones y sentimientos de amor... Finalmente, los “buenos” vencieron a los “malos”... Y FUERON FELICES POR SIEMPRE JAMÁS.
La escritora francesa Jeanne Marie Leprince de Beaumont, en el s. XVIII, publicó una colección de cuentos que en España se tradujo con el título “El almacén de los niños”, a la que pertenece “La Bella y la Bestia”, que es, en realidad, la adaptación de un cuento de Mme. De Villeneuve, pero que llegaría a ser más célebre que el original. En su época tuvo una gran difusión y, a lo largo del tiempo, ha dado pie a numerosas versiones poéticas, teatrales y cinematográficas, como la importante película de Jean Cocteau (1946) y la más reciente, en dibujos animados, de la productora Walt Disney (1991).
Christophe Gans sigue con bastante fidelidad el relato de Mme. Leprince de Beaumont hasta que el mercader llega al castillo de la Bestia. A partir de ahí, el film se convierte en una adaptación muy personal, en la que predominan los espectaculares efectos especiales. Pero hay que reconocer que los actores principales, Léa Seydoux, Vincent Cassel y el español Eduardo Noriega encarnan bien sus papeles, y el encanto de los decorados, del vestuario y de la fotografía brindan al relato una dimensión onírica de gran belleza y toda la magia del cuento original.
La película conserva lo que es más genuino de los cuentos populares para niños: aparece el mal, en forma de actitud egoísta y agresiva, enfrentado al bien, como actitud de generosidad y bondad. El mal es cruel y nocivo, y, aunque al principio puede parecer que va a triunfar, al final se encamina inexorablemente a su propia destrucción. Por el contrario, quien es bondadoso, ama sinceramente y vive siempre pensando en el bien de los demás, llega a ser feliz “por siempre jamás”.
El punto débil de “La Bella y la Bestia” es que no se sabe exactamente a qué público va dirigida. No puede considerarse una película familiar, porque la violencia de muchas escenas y los terroríficos monstruos del bosque no resultan en absoluto adecuados para niños. Sin embargo, la estructura de cuento contado por una mamá a sus dos hijitos, muy lograda por otra parte, parece dirigida precisamente a niños más que a un público joven-adulto. Pero para el espectador que guste de dejarse llevar por la encanto de los cuentos tradicionales y quiera recrearse la mirada con escenas de gran belleza, serán, sin duda, dos horas de solaz y entretenimiento.