Cine y Valores

Héroes en el infierno

Título original: 
Only the Brave
Puntuación: 
7

Average: 7 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2017
Dirección: 
Fotografía: 
Distribuidora: 
Duración: 
134
Crítica: 

Inspirada en la historia real de los llamados «Granite Mountain Hotshots», un grupo de bomberos forestales de Prescott en Arizona. En junio de 2013, esa brigada de auténticos héroes arriesgaron su vida para salvar a un pueblo de un gigantesco incendio que avanzaba de forma incontrolada. Fue una de las peores catástrofes por fuego acaecidas en los EE.UU.,

Joseph Kosinski ofrece un drama muy bien dosificado para no caer ni en los tópicos ni en los excesos (El título español resulta poco prometedor en ese sentido). La trama se centra sobre todo en el grupo: sus entrenamientos, sus aspiraciones, las relaciones personales entre sus miembros, las situaciones familiares… Lógicamente también los vemos en acción, combatiendo algunos incendios, el último de los cuales es el terrorífico de 2013, que convulsionó al país. No es propiamente una película coral, en el sentido de que el guion no se detiene en todos los personajes por igual, sino que hay dos protagonistas claros, Eric Marsh y el joven Brendan.  Este último es un bala perdida adicto a las drogas que acaba de ser padre de una niña, fruto de una relación con una buena chica que se alejó de él por su mala vida. Brendan McDonough no aspira a que ella lo perdone y vuelva, pero se siente responsable de su hija y quiere sentar la cabeza, por lo cual intenta entrar a formar parte del cuerpo de bomberos. Los entrenamientos le resultan muy difíciles, así como la convivencia con sus compañeros, que no tardan en llamarlo McDonut, o simplemente «Donut», porque es un «cero» en todo. Eric Marsh es el jefe de la brigada, casado con Amanda, una mujer a la que adora. Su máxima ilusión es que a su equipo se le conceda la calificación de «Hotshots», que les permita actuar en primera línea en las situaciones más graves. Entre ambos, Eric y Brendan, se crea una relación muy especial, porque, en el fondo, tal vez no sean tan distintos.

No es sólo una película de aventuras y héroes, sino que nos muestra también el lado más humano de un grupo de personas que ponen en peligro sus vidas por el bien común, para lo cual deben sacrificar mucho de su vida privada. Es crucial la unión entre ellos, que significa confianza en el mando y dejar de lado las diferencias personales. Su misión es proteger a los demás y en ese ámbito no hay lugar para los personalismos. Tras ellos, como en una sombra silenciosa, otros héroes los sostienen y hacen posible su equilibrio personal: sus familias -esposas, hijos, padres- que comprenden sus largas ausencias, saben esperarlos y acogerlos cálidamente. En este sentido, la película nos trae a la memoria tantas historias de soldados en el frente, para quienes el recuerdo de los suyos les da fuerza nutricia para poder continuar.   

Los actores principales están magníficos ­-Josh Brolin, como Eric Marsh, Miles Teller como Brendan McDonough, Jeff Bridges como Duane Steinbrink, Jennifer Connelly como Amanda Marsh-, pero el resto del reparto no les va a la zaga. Es una interesante y ejemplar historia de compañerismo, crecimiento personal, generosidad y coraje. Son muy buenas las escenas de entrenamiento, que se alternan con bromas y novatas, que contribuyen a aligerar el dramatismo del argumento. Visualmente el film es impresionante y la banda sonora colabora espléndidamente a la sensación que transmiten las imágenes del dinamismo imponente y amenazante con el que avanzan las llamas destruyendo a su paso cualquier resquicio de vida.

Una buena propuesta. Es una película muy entretenida que, además, proporciona buenos temas para la reflexión sobre la bondad del ser humano y la grandeza de algunas profesiones.