Cine y Valores

Gangster Squad

Título original: 
Gangster Squad
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2012
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
113
Contenido formativo: 
Crítica: 

Argumento: Paul Lieberman (libro "Tales of the Gangster Squad")
Los Ángeles, 1949. El brutal y sanguinario rey de la mafia, Mickey Cohen ejerce ya total dominio sobre su ciudad. Ahora su objetivo es adueñarse por completo de la costa oeste de los EE.UU., controlando todas las apuestas, además del tráfico de drogas y la prostitución. Cohen no solo está protegido por sus propios matones, sino también por una gran parte del mismo cuerpo de policía y un buen número de políticos. Pero el jefe de policía Parker decide enfrentarse al mafioso y recuperar su ciudad. Para esa labor llama al sargento O’Mara, hombre tan honrado y valiente como duro e incorruptible. Él mismo escoge a los hombres de su equipo, que deberán actuar clandestinamente y sin sus placas de policías, para intentar destruir el imperio del capo mafioso.
En la película se distinguen perfectamente dos planos, no siempre bien enlazados. Por una parte la línea argumental, llena de acción y violencia, y por otra el conflicto humano de la historia, que implica una reflexión sobre la éticidad de ciertas actuaciones en defensa de la justicia y la libertad.
La primera secuencia de la película, de una violencia estremecedora, anuncia cómo se va a desarrollar la línea argumental. Una voz en off deja oír una frase del político irlandés Edmund Burke, “Lo único que se necesita para que triunfe el mal es que los hombres buenos no hagan nada”, que plantea el dilema sobre qué se puede y qué se debe hacer, cómo vencer el mal sin utilizar sus propias armas y caer en sus mismas indignidades.
En principio, parece que el proyecto promete, pero finalmente se queda a medio camino en ambas líneas de desarrollo. En el plano de la acción, la característica casi única es la extremada violencia, que no deja lugar ni para la intriga. Lo que va a suceder en cada momento es previsible sin margen de error: balas, golpes, sangre y muerte, todo envuelto en la más terrible crueldad. Así, las escenas repetitivas, con toda su fuerza plástica, el exceso de ralentizaciones y congelados, y la sobreactuación de Sean Penn nos recuerdan las viñetas de un cómic, imágenes planas sin ninguna profundidad. Hay algunos guiños a L.A. Confidencial, a los garitos de Gilda, con la banda sonora de “Amado mío”, a los éxitos de Carmen Miranda en Los Ángeles, con su “Chica, chica, boom”, y se deja oír el nombre de Franck Sinatra, no en relación con la mafia sino con sus conflictos personales. Pero no se ve muy bien qué se pretende ni qué le aportan al film.
Lo que al principio parecía iba a convertirse en una trama de relaciones humanas profundas, se queda en breves momentos de reflexión pero que no llegan a arrancar. Se plantea la pregunta sobre cuál es la diferencia entre los mafiosos, que usan la violencia para extorsionar y el equipo de O’Mara, que emplea el mismo tipo de violencia para frenarlos. Pero la cuestión se pierde arrollada por la acción trepidante, no hay respuesta ni se deja un respiro para que el espectador la busque. Tampoco las relaciones de amistad entre los miembros del equipo presentan la hondura esperable, todo se queda en la mera superficie por la urgencia de más escenas vertiginosas. Hay algún momento de diálogo realmente interesante, como la magnífica escena de Jerry Wooters con la esposa del sargento, pero son casos aislados que no imprimen carácter a la narración.
Gangster Squad (Brigada de élite) mantiene constantemente en vilo al espectador, pero es sólo por el incesante movimiento y la violencia extrema. Al final deja con la sensación de que lo mejor de la historia, que se anunció al principio, no ha llegado a plasmarse y se ha quedado en una película que acaba defraudando.