Cine y Valores

Formentera Lady

Título original: 
Formentera Lady
Género: 
Puntuación: 
5

Average: 5 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2018
Dirección: 
Guión: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
90
Contenido formativo: 
Crítica: 

NOSTALGIAS

Samuel, un viejo músico rockero, sigue llevando en Formentera la misma vida hippie de su juventud. Vive solo, en una cabaña, privado de casi todo adelanto técnico, como agua corriente y luz eléctrica y, por tanto, sin frigorífico para conservar los alimentos. Se gana la vida tocando en algunos locales que le pagan lo suficiente para salir adelante. Muchos años atrás, él y su mujer llegaron a la isla de Formentera, y allí nació Ana, su única hija, con la que apenas si tiene relación. Pero inopinadamente ésta aparece con la intención de dejarle a cargo de su hijo Marc, mientras ella va a Francia a probar fortuna con un trabajo que le ha surgido.

El título del film hace referencia a una canción de la banda de rock King Crimson, con la que Samuel tuvo alguna relación en los años en que el guitarrista y letrista, Peter Sinfield, pasaba temporadas en Formentera. Justamente allí escribió los textos de las canciones de su álbum Islands, inspirado en la «Odisea» de Homero. Y Ulises se llama el viejo y desvencijado coche del viejo rockero. Realidad y ficción se entrelazan con fluidez.

La idea del egoistón solitario al que le endosan un niño no es original, pero tal como la plantea Pau Durà hubiera podido dar de sí. La historia del abuelo forzado a hacerse cargo de un nieto es previsible, pero podría haber sido muy interesante observar a una persona que no ha querido adaptarse a los modos de vida tradicionales de la sociedad occidental y ha preferido una soledad de desarraigo. Pero como la naturaleza es muy sabia, y el hombre es un ser-de-encuentro que necesita establecer vínculos valiosos con el entorno para situarse en su verdad de hombre, el conflicto acaba siendo inevitable.

Ciertamente hubiera podido ser un buen tema de reflexión. Sin embargo, Durá no acaba de dar con el filón y a la película le falta vigor y al personaje relieve. Y ello a pesar de un actorazo de la talla de José Sacristán, que no deja nunca de sorprendernos.