Mikel consigue por fin zafarse de un coche negro que le venía siguiendo y se detiene en un bar de carretera, llevando consigo un misterioso maletín. Allí conoce a Sara y de inmediato ambos jóvenes parecen sentirse atraídos.

El tema de fondo es la confianza en las relaciones humanas -«Tú no habrías permitido que me pasara nada malo», le dice él convencido, a los pocos minutos de conocerla-, frente al engaño y la manipulación.

Carlos Solano dirige con impecable factura técnica este magnético thriller de ritmo vertiginoso y con ingredientes de comedia romántica -«Chico conoce a chica…»-, a partir del inteligente guión de Carlos C. Tomé. Es magnífica la fotografía de Borja López, tanto en los exteriores, rodados cerca de Ávila, como en los interiores, en Getafe, cerca de Madrid, y muy acertada también la banda sonora de Iván Palomares.

Macarena García y Miki Esparbé llevan a cabo un excelente trabajo y son capaces de mantener en vilo al espectador, sin concederle ni un respiro en la tensión hasta el sorprendente desenlace final.

Son sólo veinte minutos de película, pero son veinte minutos de buen cine, del que merece obtener todos los reconocimientos. Hay que felicitar al joven director Carlos Solano, que, sin duda, está llamado a ocupar un puesto de renombre en el cine actual. Y enhorabuena también a las distribuidoras A Contracorriente films y Skerlock Films por haber apostado por nuevos directores españoles y haber llevado a las pantallas sus cortometrajes.