Cine y Valores

El valle de la esperanza

Título original: 
Mother Valley
Género: 
Puntuación: 
6

Average: 6 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2023
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
83
Contenido formativo: 
Crítica: 

Líbano, verano de 1958. El país está sacudido por tensiones políticas y religiosas. Mientras la comunidad musulmana insta al gobierno a fusionarse con la República Árabe Unida, la comunidad cristiana maronita lo rechaza de plano porque para los cristianos significaría la aniquilación. 

La película nos traslada a un pueblo tranquilo en un valle remoto de las montañas, donde tres hermanas de una familia cristiana acomodada, pasan el verano en el hogar familiar.  La zona está lejos de Beirut y aunque solo lleguen ecos lejanos de la revolución en curso, la preocupación y el análisis de la situación ocupa las conversaciones de los hombres y provoca algún enfrentamiento. Será en el seno de la familia donde se desencadene una revolución entre las tradiciones del pasado y los nuevos aires de libertad para las mujeres.

Las dos hermanas pequeñas acusan a Layla, la mayor de las hermanas, esposa y madre modelo, de no ayudarlas a conseguir que no las casen los padres con acuerdos entre familias. Que "las vendan", dicen ellas. Pero Layla guarda silencio.

Hasta que llegan una pareja de veraneantes franceses, madre e hijo y Layla siente una fuerte convulsión interior frente a los dos personajes: Hélène, la madre, casada tres veces, además de algunos amantes, es el contraste de la mujer emancipada frente a la sociedad patriarcal rigurosa. René, el hijo, un joven y apuesto médico, despierta en ella la atracción sexual que jamás había experimentado con su marido. 

Carlos Chahine nos ofrece una película clásica, con una fotografía de Thomas Bataille muy bella de unos paisajes inundados de luz. Hay una suave dulzura para contemplar los personajes, que parecen anclados en el tiempo, con costumbres y tradiciones inamovibles. Y hasta la agitación de las hermanas por su rechazo a ser vendida por una dote y su lucha vital por la emancipación permanecen en los límites de las lágrimas de impotencia.

El guion, del mismo Carlos Chahine con la colaboración de de Tristan Benoît, es bueno, está bien trabado, pero parece que les ha faltado audacia para ampliar diálogos y profundizar en sentimientos. En este sentido, la narración resulta un poco plana. 

Hay algunas escenas de sexo, suficientemente contenidas para que no resulten obscenas. Transmiten al espectador la incomodidad y el desapego de Layla, la tristeza profunda de una joven que fue casada con un hombre al que no amaba. Nada se le puede reprochar al marido, es bueno y cariñoso, pero ella no lo ama y eso es suficiente para que la intimidad no pueda ser expresión y donación de amor mutuo, sino puro "débito conyugal". No hay palabra de rechazo en ella, sino una aceptación resignada y unas lágrimas que no pueden evitar brotar.

Primer largometraje de Carlos Chahine, tal vez un poco balbuciente, muy clásica en su factura y a la que le falta relieve, pero está expuesta con mucha sensibilidad y la discreta lucha feminista le da un toque de actualidad.