Al comienzo de la película, Qan, el humilde propietario de un restaurante chino, va a buscar a su hija Fan a la salida de su instituto londinense y la acompaña a una tienda de ropa a comprarse un vestido para la fiesta del colegio. La adolescente baja del coche y entra en la tienda mientras su padre aparca. De súbito, una fuerte explosión provoca numerosos muertos y heridos. Vemos a Quan abrazando desesperado el cadáver de su hija.

Un grupo que se hace llamar «El auténtico IRA» reivindica la responsabilidad del atentado. El gobierno británico insta al viceministro irlandés Liam Hennessy a que averigüe rápidamente las identidades de los terroristas para evitar futuros atentados. Hennessy fue agente del IRA, y ahora colabora con el gobierno británico para mantener el acuerdo de paz.

La horrible tragedia había dejado a Quan totalmente destrozado, sin nadie de familia, y sin ánimos para seguir viviendo. Pero el mismo dolor le devuelve las energías para buscar la justicia por su mano. Para ello, se dirige a las autoridades locales para pedir que le den los nombres de los asesinos de su hija. No lo consigue, pero no se da por vencido y se dirige al mismo Liam Hennessy para exigirle la lista de los terroristas. Está dispuesto a todo.

David Marconi se inspira para su interesante guión en la novela The Chinaman de Stephen Leather, en la que aparece el doble juego de algunos políticos irlandeses, oficialmente amigos del gobierno británico, pero con buenas relaciones con los miembros del IRA. Pierce Brosnan encarna a la perfección el personaje de uno de esos políticos, partidario de la paz aunque con actitudes y motivaciones un tanto ambiguas. Frente a él, «el extranjero», un chino cuyo único objetivo es vengar la muerte de su hija, y que llegará a poner en jaque al gobierno británico, al viceministro irlandés y a los terroristas del IRA. Personaje muy bien interpretado por Jackie Chan, quien, a sus 63 años, está en plena forma física y que acaba luciéndose más que el mismo Brosnan y siendo el auténtico protagonista. Impresionante.

Una thriller intrigante, en el que la trama política es mucho menos interesante que las escenas de acción y las peleas cuerpo a cuerpo. Una película muy entretenida que hará las delicias de los amantes del género.