EL PAN DE VIDA

Un documental sobre la misa católica, sus raíces bíblicas, con textos vetero y novotestamentarios, desde la creación hasta la institución de la Eucaristía, y su plenitud de sentido a lo largo de los tiempos, hasta hoy mismo.

Las imágenes de la naturaleza son absolutamente deslumbrantes, con un uso de los grandes planos que pueden hacernos recordar a Terrence Malick. Los paisajes han sido rodados en Brasil e Islandia, mientras que las escenas de la celebración de la Eucaristía están situadas en la “Playa de las catedrales”, en las costas de Lugo.

La película es, en realidad, una catequesis sobre la celebración eucarística. Cada parte de la misa inicia un “capítulo” que se va desgranando en textos, imágenes y testimonios, es decir, qué significa, cómo se celebra y qué frutos reporta. Las imágenes de la naturaleza se van intercalando para dotar al film de una dimensión contemplativa, bien apoyada por una banda sonora preciosa.

Tal vez se le podría achacar un exceso de textos bíblicos, especialmente del Antiguo Testamento, que le dan pesadez al conjunto y hasta, en cierta medida, distraen del objetivo fundamental de presentar la Eucaristía, instituida por el mismo Jesucristo, como fuente y culmen de la vida cristiana.

En conjunto, da la sensación de que se han querido aportar demasiados datos, sin duda importantes por su hondura teológica, pero que, inevitablemente, en el tiempo reducido de una película solo pueden nombrarse sin profundizar en ellos.

Lo más ágil son, lógicamente, los testimonios vivos de personajes conocidos, como Emerson Fittipaldi, o cálidos y palpitantes, como los jóvenes Bea Morillo y Tony Gratacós, que descubren, a corazón abierto, las experiencias que han vivido.

Una hermosa película, bien realizada y bien narrada, que gustará mucho al público adecuado.