El sargento Adam Schuman, el cabo primero Solo Aieti y el soldado Billy Waller regresan a casa tras una misión en Irak. Waller llega con la ilusión de casarse con su novia; a Waller lo esperan su esposa y sus dos hijos; al poco de llegar la esposa de Aieti le da la feliz noticia de que van a ser padres por primera vez. Pero nada va a ser fácil para ellos, porque la dura experiencia que han vivido les ha producido un estrés post traumático muy difícil de superar.
Jason Hall, director y guionista, se inspira en hechos reales para mostrarnos la segunda guerra que deben librar los combatientes que sobreviven: la readaptación a la vida normal. El soldado tiene la sensación de que el tiempo se ha parado en su ausencia y va a encontrar todo como lo dejó al partir. Pero la realidad es bien distinta, las personas de su entorno no han permanecido en letargo mientras lo esperaban, los días han pasado y las personas han sufrido cambios. Tampoco el combatiente que vuelve a casa es el mismo que cuando se fue. La guerra le ha causado heridas interiores que corren el riesgo de gangrenarse.
La película es una llamada de atención y una denuncia por la situación tan desvalida en la que quedan los veteranos de guerra, desasistidos por una administración desbordada y que no alcanza a cubrir las necesidades de ayuda psicológica. En el film se nombra el escalofriante número de suicidios, muchos de los cuales, con la ayuda necesaria, se hubieran podido evitar. Hay una comparación entre las heridas y mutilaciones físicas y las que no se perciben a primera vista porque son psicológicas, pero todas igual de dramáticas. Los héroes que han entregado su juventud y su vida sirviendo a su patria están ahora poco menos que abandonados a su suerte. Tal vez por eso a los personajes les falta hondura, no son tanto tres casos concretos, sino el ejemplo de lo que está sucediendo.
Miles Teller, Haley Bennett y Beulah Koale hacen un buen trabajo y la película está conseguida, tiene el sabor de lo auténtico. Pero en conjunto deja un poso de amarga tristeza.