La historia se desarrolla en dos líneas argumentales que transcurren en tiempos distintos y que se van intercalando a los largo de la película. En la década de los 80, en Nueva York, Jake Davis, novelista ganador de un Pulitzer, acaba de perder a su esposa en un accidente de automóvil. Katie, su hija de cinco salió ilesa y él, aunque sobrevivió, sufre unas secuelas psíquicas severas que le causan serios problemas. El padre y la hija sienten auténtica adoración el uno por el otro y Jake se ocupa de ella con una gran ternura. La otra línea argumental acontece veinticinco años después, cuando Katie ya tiene 30 años y se ha convertido en una eficiente asistente social. A través del trato con una pequeña huérfana con la que se ha involucrado totalmente, podemos vislumbrar algunas de las heridas sin cicatrizar que le ha dejado su conflictiva infancia y que le han provocado una amarga y frustrante adicción al sexo.
ComoEn busca de la felicidad,Gabriele Muccino nos vuelve a ofrecer la historia de amor de un padre por su hijo. En aquella era el pequeño Christopher, en ésta la adorable Katie. Sin embargo, en este caso no consigue aquel perfecto equilibrio entre la dura realidad y el optimismo esperanzado, yen ocasiones la película se escora hacia el melodrama, hacia la lágrima fácil y, con ello, pierde algo de encanto.
El elenco está magnífico, empezando, como no podía ser de otro modo, por Russel Crowe como Jake Davis,el padre dispuesto a plantar cara a su enfermedad para poder atender a su hija. Amanda Seyfried está bien encarnando a Katie adulta, aunque no consigue hacernos vibrar con las zozobras del personaje, mientras que Kylie Rogers está encantadora como la pequeña Katie, “patatita”. Los secundarios son muy buenos: Aaron Paul, en su papel de joven escritor sinceramente enamorado de Katie; Cumplen Diane Kruger como Elisabeth, la malévola tía de la niña, y Bruce Greenwood, su marido, abogado rico e influyente pero con pocos escrúpulos. Y, sobre todos ellos, la veterana Jane Fonda, espléndida en su papel de editora más interesada por las personas que por los negocios.
Sin llegar a ser una película extraordinaria, “De padres a hijas” nos ofrece una aleccionadora historia de relaciones humanas. Para un niño es más importante el amor y la cercanía de suspadres que el bienestar material, como queda patente en la pequeña Katie. Así como lo único que puede sanar las heridas del alma es la entrega generosa y valiente a los demás, porque dando amor incondicional es como uno se hace capaz de dejarse también amar. Y sólo con esa actitud de encuentro, la vida se llena de sentido.
Aunque, tal vez, sea excesivamente sentimental, “De padres a hijas” es una buena opción.
De padres a hijas
Título original:
Fathers and Daughters
Género:
Puntuación:
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Publico recomendado:
País:
Año:
2015
Dirección:
Guión:
Fotografía:
Música:
Intérpretes:
Distribuidora:
Duración:
116
Contenido formativo:
Crítica: