Cine y Valores

Cuestión de derechos

Título original: 
Order of Rights
Género: 
Puntuación: 
5

Average: 5 (1 vote)

Publico recomendado: 
País: 
Año: 
2020
Dirección: 
Fotografía: 
Música: 
Distribuidora: 
Duración: 
109
Contenido formativo: 
Crítica: 

YO SOY TU PADRE

Cuando Ethan y Emma se conocen, inmediatamente surge entre ellos una atracción y una corriente de simpatía. Inesperadamente, ella queda embarazada y tanto su madre como sus amigas le recomiendan que aborte lo antes posible. Es solo una adolescente y un hijo le complicaría mucho la vida. 

Ethan no está de acuerdo y le ofrece otras alternativas, la primera de las cuales es casarse y formar una familia en la que acoger al niño. Pero ella se niega y decide seguir con la decisión de abortar, Entonces Ethan lleva a los tribunales la defensa de sus propios derechos como padre y el derecho del niño a la vida.

La película es la ópera prima de James Ball como director, que deja ver su bisoñez detrás de las cámaras. Ball es también coautor del guion, junto a Richard Cutting, que asume a su vez el papel del abogado defensor de los derechos del niño y del padre. Desde un punto de vista formal es bastante floja y, además, es difícil que el público español pueda identificarse con las reacciones de algunos personajes, como, por ejemplo, los padres de Ethan. Aunque, tal vez, el mayor defecto sea la edad de la pareja protagonista. Teóricamente son dos adolescentes que están en el instituto, pero, en realidad, tienen todo el aspecto de ser unos treintañeros. Así que tampoco es fácil sentirnos cercanos, les falta credibilidad, aunque su trabajo actoral es correcto.

Sin embargo, a pesar de esos defectos, la película resulta muy interesante porque, aunque es una película abierta y explícitamente religiosa, sus argumentos no se basan en la moral cristiana, sino en la ciencia, y muestra bien a las claras que los defensores del aborto mienten sin ningún pudor negando evidencias científicas. Hay que decir también que, a pesar de que la película pueda a veces parecer un telefilm de sobremesa, Richard Cutting no cae en las exageraciones lacrimógenas ni en las relaciones edulcoradas entre los amantes, sino que muestra la situación y la reflexión en forma de juicio, que da mucho que pensar.

Y tiene, además la originalidad, de contemplar a los tres personajes que intervienen en el drama: el nasciturus, al que se intenta eliminar privándole del derecho a la vida; la madre, para la que un momento de locura supone ciertamente un grave contratiempo que va a condicionar toda su vida; el padre, el gran olvidado en general, pero quien, en este caso, no se conforma y reivindica sus derechos a tener al hijo que ha engendrado y su obligación de defender la vida de su hijo contra quien quiera atentar contra ella, aunque se trate de la misma madre.