BERGMAN: EL SECRETO DE LA POCIÓN MÁGICA
En 1957, Bergman debió de caer en la poción mágica a juzgar por su intensa actividad creativa: estrenó dos obras maestras del cine -El séptimo sello y Fresas salvajes-, rodó otras dos, estrenó un telefilm y montó cuatro obras de teatro. No le concede descanso a su genio en vena. Sin contar que tiene una esposa (Gun Grut), la tercera de las cinco que habría en su vida, una amante (Bibi Andersson) -que, por supuesto, tampoco sería la única-, y seis hijos (más adelante nacerían otros tres). No es de extrañar que su salud se resintiera, y que estuviera aquejado de varias úlceras de estómago y de algún que otro problema de equilibrio mental.
El documental no se limita a tratar la faceta artística de Bergman, sino que aborda también su vida íntima, en especial sus agitadas relaciones con las mujeres, entre ellas varias actrices que trabajaron para él. Magnusson se centra en ese año mágico para el cineasta sueco, punto álgido de su carrera, y desde él dirige una mirada retrospectiva para observar cuál ha sido el itinerario que le ha llevado hasta ese momento espléndido en su producción, y hace también referencia a las magníficas obras que verían la luz en los años posteriores. Ingmar Bergman, del que ahora celebramos el centenario de su nacimiento, falleció en 2007, a los 89 años. Es decir, medio siglo después de ese año de tan extraordinario despliegue de genial actividad.
Jane Magnusson rezuma admiración hacia quien es una de las grandes figuras del cine mundial, y presenta su obra con veneración, pero no por ello se detiene cuando se encuentra con defectos y debilidades y hasta con rasgos de auténtica crueldad. Consigue trazar un retrato muy auténtico del artista, que nos acerca el lado más humano, aunque envuelto en flaquezas, del hombre que nos ha legado auténticas joyas del cine.
Es muy interesante oír las propias palabras de Bergman, que con crudeza habla de sí mismo, de cómo el trabajo le absorbía de tal manera que ni recordaba las edades de sus hijos, ni a veces sabía quién era su pareja. Pero era sensible cuando se trataba de él y así, cuando fue acusado de evadir impuestos, se sintió profundamente herido y durante un tiempo no quiso residir en su país y se instaló en Alemania. Magnusson cuenta también con testimonios valiosos, como el hermano mayor del artista, que recuerda una infancia marcada por los malos tratos, y como Liv Ullmann, escritora y actriz, que protagonizó nueve de los largometrajes de Ingmar Bergman, y con quien tuvo una hija, la escritora Linn Ullmann, nacida en 1966. El actor Thorsten Flinck explica cómo fue humillado públicamente por Bergman porque no le gustaba su trabajo en El misántropo de Molière. Ese era Bergman. Así fue Bergman.
Un documental excelente que nos acerca a uno de los grandes maestros del cine y que deja con las ganas de volver a zambullirse en su obra y ver, una a una, todas sus películas.